Ahora mismo leyendo: Yesterday y mañana de Mario Benedetti

domingo, 24 de enero de 2016

Infinito 52: Emocionalmente desequilibrado

Érase una vez 
en una breve historia
un peluche suave y tierno
que daban ganas de abrazar cada vez que lo veías
y lo que nadie sabía
era que este peluche también sentía.

Le gustaba tanto que le dieran amor con
abrazos, besos, siestas e incluso, lágrimas,
que un día decidió que quería dar lo mejor de si mismo 
a todo el mundo.

Y aunque al principio no saliera muy bien porque
no todos se merecen el mismo amor
o no todo el mundo sabe apreciarlo
él nunca se rindió en su sueño de hacer feliz a la gente.

A medida que pasaba el tiempo
decidió dar amor a aquellas personas que fueran buenas con él
y después, decidió dar amor también
a aquellas personas que él sintiera que lo merecían.

Así, un día de invierno sin darse cuenta
se miró dentro del pecho y no tenía tanto relleno ni amor como solía ser
y vio que lo tenía otra persona a la que hace poco, amó.

Se sentía mal porque esa persona tenía parte él y
no sabía mimarlo, y a veces le hacía daño sin que se diera cuenta
porque este peluche es el más sensible de todos
y cuando no se da cuenta, ya está sufriendo por encima de sus posibilidades.

Quien tenía parte de nuestro peluche, acabó tirandolo a la calle
se ensució y al no estar igual de puro, no podía volver a cogerlo
y para calmarse y refugiarse en un pensamiento
se dijo:

"No me importa lo que pase hoy,
si sé que mañana puedo rellenar
todo lo que falta de mi corazón
con un poco de amor y valor.
No puedes destrozar mi sueño,
aunque yo esté destrozado por dentro.
Porque ni hoy, ni mañana, 
tendré fuerzas para rendirme."


La foto me inspira sin más.
No conozco al autor

No hay comentarios:

Publicar un comentario