Ahora mismo leyendo: Yesterday y mañana de Mario Benedetti

lunes, 29 de febrero de 2016

.

 A veces la sensación de sentir amor dentro de mi pecho me hace llorar, como ahora. Me siento vivo, pero duele. Amar duele y no tiene que ver si es correspondido o no. Pero creo que ahora me duele porque está intentando abrirse paso desde el centro de mi ser hasta mis dedos y mi cabeza, pero no puede. Algo le impide el paso y qué podría ser. ¿Las limitaciones temporales que me he puesto? ¿Puede que el dolor que siento sean las cicatrices que se están volviendo a abrir? Me gusta sentirme así pero ahora mismo no es bonito, aunque sí esperanzador. A lo mejor después de todo, no soy un bloque de hielo tan fuerte como creía.

sábado, 27 de febrero de 2016

Historia improvisada: Capítulo 1: Desgarra el frío

 ¿Recuerdas esa canción a capella que compuse hace años? Era muy pegadiza aunque mi voz no fuera la mejor para interpretarla. La letra aclamaba al viento del norte que traía consigo la muerte en brisas que te despellejaban la piel de la cara. Depositando en cada árbol un poco de nieve dejando una forma de bala en cada rama; la bala que nos podría abrir la cabeza si pasamos por debajo. Dios, tengo las manos congeladas ahora mismo, pero no es nada que no hayamos sentido más de mil veces, ¿verdad? No hay nadie en la calle, todos están en casa cerca de la chimenea acurrucados en su cama bajo las mantas de lana que tejimos en la pasada matanza. No quieren que el frío llame a su puerta tan educadamente como suele hacer, avisando con un grito constante que baja del cielo; abriendo la boca y clavando sus dientes en el suelo. Y una vez el viento muerde, pasa su fría lengua por la nieve y coja a quien coja, nos podemos despedir de él para entonces ver su figura congelada pero aún viva, quieta y desesperada en mitad de la nada.

 Era cuestión de tiempo que las ramas de los árboles volviesen a ser balas esperando a que nuestras cabezas se dejen aparecer bajo ellas; que la alborotada ventisca actuase como niebla nublando nuestros sentidos o mejor dicho, congelándolos. Pero esta noche o día, no sabría decirte porque no veo el sol, es diferente. La muerte ha vuelto distinta después de tantos meses sin recibir una carta suya. Ahora trae a alguien consigo; a un acompañante peludo y dentado que amenaza los silencios que la ventisca permite disfrutar a los pueblerinos cuando se va a descansar. Esta criatura va con correa allá donde el frío le lleva y cuando hay luna llena, le suelta para darse un festín con cualquier alma descuidada que aún no conozca que el frío despellejante ha vuelto, y ha traído a un monstruo comiendo de su mano.


 Esta noche estaré con mi escopeta al lado de la cama de mi hija sin dejar de observar la puerta. Y más vale que ningún hijo de puta se atreva a tocar dos veces a ese trozo de madera que a duras penas frena la entrada del tiriteo en los pies de mi hija, porque le reventaré el cráneo sin preguntar una sola vez quién está al otro lado. Hasta que el viento se calme, y el frío se vaya a dormir; hasta que el sol grite que ya ha salido y podamos verle en el cielo, no pienso abrir esa puerta. Así que ven aquí, monstruo. Te estoy esperando.



Para inspirarme he utilizado estas dos fotos que me han pasado hoy de esta mañana en Cercedilla, Madrid. Fue instantáneo.

Y con este vídeo de fondo mientras escribía


jueves, 25 de febrero de 2016

(Último) Infinito 83: Farewell

 Antes de nada quiero decir que hoy va a ser el último infinito. Me da pena, pero haber escrito una entrada diaria durante ochenta y tres días seguidos es algo de lo que estoy orgulloso la verdad. No quiero decir con esto que no vaya a seguir publicando entradas, sino que no voy a hacer una entrada diaria. ¿El motivo? Aquí os lo explico.

 No estoy nada bien, la verdad. Como suelo decir: "No estoy tan bien como debería" Tengo unas dudas acerca de qué hacer con mi vida que mi mente se bloquea y no soy capaz de crear. Supongo que no hay mucho más que explicar, si soy sincero. Esto no es más que una entrada informativa, no sé si será hoy o en los próximos días que volveré a subir una entrada, aunque pretendo seguir publicando varias veces por semana e ir informando de cómo voy con mi libro Despiértame Cuando Oscurezca.

 Mis objetivos no cambian, y supongo que en su debido momento os iré informando. Ha sido un placer compartir estos ochenta y tres infinitos con vosotros, nos seguiremos leyendo todo lo que dure este blog, porque desde luego que no voy a dejar de darle caña.

Nos leemos amigos y amigas, un abrazo

miércoles, 24 de febrero de 2016

Infinito 82: Exhausto - David Cañas

Me gustaría no despertar hoy,
ni ayer,
y puede que tampoco mañana.
No te mentiría si te dijera que quiero irme.

Puede que sea por la desesperación
pero llevo aguantando esta presión tanto tiempo...
me encantaba creer que las cosas pudieran acabar saliendo bien
pero he hecho todo lo que he podido y no llegan.

Estoy exhausto de tener energía, una sonrisa y apoyo
nada ni nadie es capaz de levantarme el ánimo
porque sé que yo solito me he metido en esto
y hasta que no me lo crea no saldré de aquí.

Me comparo con gente que lo está pasando mal y no doy el paso
pienso en lo que me queda por hacer y no me importa
sólo me quedo en la cama pensando sin pensar
mirando a la pared en blanco sin poder ver más allá del color.

Es curioso que me exprese más aquí que en persona
con amigos o familia
como si hubiera perdido temporalmente la humanidad
o el contacto emocional con otras personas.

Lloro sin llorar y ya no sufro en silencio
ando arrastrando una capa de tristeza que pesa como el plomo
atada a mi cuello y mi piel quemada
en un cuerpo que está cansando de aguantar.



No conozco al autor

martes, 23 de febrero de 2016

Infinito 81: Sin ganas

 Sabéis, ahora miro atrás en el tiempo, un mes por ejemplo, y me veo genial. Enérgico, en mi mundo y motivado; me veo hace tres meses y veo a un tío ilusionado, con ganas de comerse el mundo y lograr sus objetivos; me veo hace seis meses y estaba en la playa, con el sol y los amigos; ahora me miro al espejo y se me cae la cara.

 Me da igual que este tema no vaya acorde con el blog, es mío y obviamente escribo lo que quiero. Y no voy a escribir sobre nada motivador ni romántico, ahora mismo no siento nada de eso. Y aunque odie sentirme así no encuentro una forma de salir, y es que ya nos varias semanas. No tengo ganas de escribir y cualquier día de estos veo que no voy a seguir ni con el blog. Me apena pero no puedo hacer nada. No tengo ganas de hacer nada y la única razón por la que sigo es porque si dejo algo más en mi vida a medias, ya no sé qué será de mí. No voy a colgar esta entrada en ninguna red social, para qué. No es nada que pueda interesar, pero al menos sumo un número más a los infinitos.

Ni siquiera tengo ganas de seguir con mis libros ni de corregir esta entrada.

lunes, 22 de febrero de 2016

Infinito 80: Hola, señor Cansancio

Mire usted, señor Cansancio
perdone si me río de su nombre sin reparo
porque es que me cansa y mucho,
señor Cansancio

Usted viene cada mañanas cuando no aguanto ni un café
se adueña de mi bolígrafo y mis párpados
se limita a deslizar sus posaderas sobre mis hombros
sonriendo a todo lo que cada vez me va costando más llevar a cabo.

Basta ya, ¿no?
Señor Cansancio, usted cansa y lo sabe
le hace tan feliz ser usted mismo que ha cansado hasta a cupido y ya es alcohólico
ha visitado a Medusa y ha ido a la peluquería.

Me encantaría que dedicase unos instantes ante el espejo cada mañana
para que de alguna forma se diera cuenta de si su tiempo es tan valioso como cree
porque valga la redundancia, estoy cansado de su perseverancia
nunca se rinde... Deberían hacer una película sobre usted.

Se podría llamar:
"En Busca de la Cansinez Extrema"
o también
"El Indomable Will Cansino"

Aunque seguramente todos acabarían recurriendo al cinturón y la viga
usted siempre gana, por eso le escribo
reconozco su trabajo intachable en este mundo que ya no descansa
pero ahora me pregunto si es usted señor Cansancio, quien realmente no lo hace.

Pase una buena vida.



Hoy estoy cansado de todo y me apetecía escribir algo que me ayudase a no centrarme en ello. No ha funcionado pero bueno, con jazz de fondo me lo he pasado bien. Hasta mañana.

domingo, 21 de febrero de 2016

Infinito 79: Removiendo conciencias

 Hay algo a lo que le llevo dando vueltas todo el día, y es la responsabilidad que parece tan invisible para tantas personas en Internet. Bueno, no en esta plataforma, sino en cualquier medio de comunicación.

 Hace poco Pacquiao, el famoso boxeador, declaró que "los animales son mejores que los homosexuales". Me dejó impactado y no por sus palabras, sino por decirlo públicamente. Ha creado un montón de controversia en las redes sociales y sobretodo en su entorno ya que aspira a un cargo político en su país. No quiero decir que tenía que habérselo callado, sino que hay que ser muy estúpido como para saber el ímpacto MUNDIAL que tienes y decir algo así. Estoy seguro que tenía una barbaridad de seguidores que ahora no le tienen el mismo respeto (como yo), o algo peor incluso.

 Pero si nos vamos a una plataforma más cercana para todos nosotros como es Youtube, podemos encontrarnos a muy pocas personas que en efecto, cuidan lo que dicen y repiten esa responsabilidad de la cual son conscientes, en el vídeo que crean oportuno. Y contrastando, hay otros personajes que se dedican a criticar a otras personas. Me da igual que sea una crítica constructiva o no; como dijo Risto Mejide: sólo existen las críticas útiles y las inútiles.

 Youtube se ha plagado de una barbaridad de creadores de contenido que su "originalidad" se basa en cómo critican a alguien. ¿Realmente es algo original? Para nada.

 Hay un montonazo de gente que no sabe quiénes son y se refugian en personas con impacto en las redes sociales y que imponen su opinión como algo cierto e indiscutible es su contenido. Esas persoans necesitadas se ríen, pasan un buen rato e inconscientemente creen que esa opinión es la única que hay, y además creen que es cierta.

 IMPORTANTE: Que alguien de una opinión no quiere decir que sea acetada o no. La cuestion es no imponer una forma de pensar consciente o inconscientemente en alguien, sino ayudar a crear un buen criterio y pensamiento. Esa es la verdadera forma de pensar. Se resume a eso y es a lo que me encantaría que todos aspirásemos. Si diréramos apoyo a una persona, sea conocida o no, cuando lo necesita joder, este mundo sería precioso.

 Y no es una utopia, es una realidad que viviremos dentro de no mucho tiempo. Yo haré todo lo que pueda para hacer que crezca y cobre fuerza. Si queréis ayudarme (como dije en la entrada de ayer) sois más que bienvenidos.

Un abrazo muy fuerte. Nos leemos mañana


Gozad 

sábado, 20 de febrero de 2016

Infinito 78: Pequeño discurso

Veréis, llevo unas cuantas semanas que no me encuentro
sigo haciendo lo que digo y lo que hago pero
algo ha cambiado,
y no estoy seguro si soy yo el problema o lo he forzado.

De todas formas, intento no centrarme en lo malo
porque eso crea un tornado del que no quiero formar parte
pero tampoco quiero darle la espalda por si cuando cierre los ojos
no esté preparado y algo me dé un golpe.

A veces me encantaría creer en mundos de fantasías y en los cuentos de hadas
donde todo es posible si lo deseas con todas tus ganas
sería un mundo bonito donde vivir y crear la realidad en la que vives
aunque luego debas abrir los ojos, y volver a enfrentar los problemas que reprimes.

Pero que no pueda vivir en un mundo mágico y de ensueño
no quiere decir que no pueda intentar crearlo
porque quiero creer que puedo construir un mundo así, lo necesito
porque en cualquier momento cualquier circunstancia, me podría cortar las alas.

Estoy desplumado y se supone que he vivido poco
puede ser que haya experimentado demasiado y que a veces sea un poco loco
pero sigo aquí y eso es lo que importa
dispuesto a intentar mejorar las cosas que se nos dieron sin lujos ni importancia.

Ese es mi objetivo
quien lo comparta es bienvenido
quien no lo haga, yo no voy a buscarle para conseguirlo
aunque no te cerraré la puerta si ves que fuiste poco soñador y muy objetivo.

Puedes venir conmigo o no;
puedes compartir mis deseos, o no;
puedes entenderme, o intentarlo.
No estamos tan limitados como para creer que todo lo que podemos pensar
es todo lo que tenemos hacer.


No conozco al autor de esta obra

viernes, 19 de febrero de 2016

Infinito 77: Capítulo 1 (REESCRITO) - Despiértame Cuando Oscuerzca

 Una inesperada casualidad se derrumbó ante mí. El golpe contra el suelo me dejó petrificado, sin saber qué hacer. Pasaron unos segundos hasta que decidí ver cómo se encontraban. Había caído desde el cielo, seguramente desde la terraza con la ventana abierta que podía ver si alzaba la mirada. Y, simplemente, se desplomó a mis pies.

 Acerqué mi oreja a su pecho sin saber siquiera qué hacer si no oía nada, y por suerte escuché unos débiles latidos. Aún con los brazos magullados y la cabeza ensangrentada seguía con vida. La cargué en mis temblorosos brazos y era ligera como una hoja de papel. Pero no tenía tiempo de pensar en nada. Dejé todo lo que tenía para ir corriendo al hospital más cercano. Intentaba pedir ayuda por la calle pero nadie miraba. Jamás había visto la Glorieta de Quevedo tan inerte, tan insensible y egoísta. Aún a plena luz del día nadie hacía caso, y mi nerviosismo se agrandaba. Yendo a la acerca más cercana para pedir un taxi, oí cómo decía algo en voz baja intentando abrir los ojos. 

-¿Sigo aquí?- Dijo con voz rota 

Sus párpados tiritaban y se volvieron a cerrar. Pedí un taxí sabiendo que apenas tenía dinero para pagarme el alquiler de ese mes, pero no me importó; sólo quería llevarla a donde pudiera ser atendida. Un taxi paró enfrente de mí.

-¿Vas a subirla a mi taxi chico?- Dijo el conductor bajando la ventanilla del copiloto
-¡Claro! Llévenos a La Paz lo más rápido que pueda- Dije abriendo la puerta trasera
-No deberías hacer esto chico... Te va a caer una buena, ya verás- Empecé a ver que aquel hombre se estaba poniendo muy nervioso

 Coloqué el cuerpo en la posición lateral de seguridad con su cabeza sobre mi muslo izquierdo, sosteniendo su cuello y haciendo presión sobre una herida que tenía cerca de la frente.

-¡Vamos! ¡Arranque!- Grité

 El hombre se dirigió a la Castellana y empezó a subirla sin hacer mucho caso a los semáforos ámbar que teníamos delante en cada cruce. Parecía que Madrid no quería que llegásemos a tiempo al hospital. Aunque mi mano estuviera frenando la hemorragia, caían gotas de sangre que se deslizaban entre mis dedos, y acababan precipitando en mi pantalón. No se movía y poco a poco iba cogiendo un tono de piel más pálido y frío. Nunca se me había hecho tan largo llegar a La Paz.

 De alguna forma me sentía responsable de su vida y le metí toda la prisa que pude al conductor. Una vez en el hospital le pagué y mientras se iba me dijo: "te has metido en un lío chico, pero espero que tengáis suerte". En seguida unos residentes vinieron a atendernos y se la llevaron de mi lado tan rápido como llegó. Me olvidé de a dónde tenía que ir esa fría mañana y seguí a los empleados del hospital hasta la puerta de urgencias. Ya... Ya no recuerdo más a partir de ahí.

 Abrí los ojos y estaba en una habitación del hospital. Habían pasado tantas horas que el sol ya había dado paso a la luna. Y desorientado, una mano se posó sobre mi hombro mientras intentaba despejarme frotándome los ojos. Un médico con una cálida sonrisa se me había acercado y parecía que estaba esperando a que despertara.

-¿Cómo se encuentra, señor?- Preguntó
-Bien, creo. No lo sé...- No sabía qué responder, no tenía la mente despejada
-¿Puedo hacer algo por usted?- Pregunto cambiando su tono de voz
-No, no se preocu... Espere. Vine con alguien. Una... Una chica. La había encontrado en la calle y vine lo más rápido que pude- Empecé a mirar a mi alrededor pensando que la podría encontrar 
-Bien, parece que se acuerda. Venga conmigo-

 Me incorporé y parecía que no me hubiera movido en un tiempo por el dolor que hacía temblar mis piernas. Atravesamos tantos pasillos y pasamos delante de tantas salas, habitaciones, y viendo tantos pacientes que hacía mucho tiempo que no me sentía tan perdido. Lo único que hacía era seguir al hombre de la bata que ni siquiera me había molestado en ver su identificación o preguntar cómo se llamaba. 

 Andando y perdiendo la noción del tiempo, llegamos a una pequeña habitación compartida. Allí había un hombre mayor con una venda rodeando su cabeza, manteniendo un gesto de dolor aún dormido. No quería pensar en qué podría haberle ocurrido...Y detrás de una translúcida persiana, estaba la chica de la cual no recordaba ni su rostro. Estaba dormida. Parecía relajada aún con sus brazos morados y entablillados, además de grandes cicatrices por su cuerpo. Sin embargo, desprendía una sensación de alivio sin sentido para mí. Al menos parecía descansar.

-¿Sabe cómo se llama?- Dijo el Doctor -Hemos buscado en la base de datos y no hemos encontrado nada- Aún no podía ver el nombre de su identificación en la bata. No sabía dónde había dejado mis gafas.
-No... No lo sé, doctor...- Dije esperando que dijera su nombre
-Crespo, me llamo Adrián Crespo-
-De acuerdo. Es que, sólo cayó a mis pies y no supe hacer otra cosa que traerla aquí. No sé quien es. No sé qué ha pasado con ella... Estoy algo confuso ahora mismo-
-Hizo bien. De no ser por usted ahora mismo podría seguir en la calle. Aquejada por la inhumanidad de la gente de esta ciudad. Usted es un buen hombre, otórguese ese mérito. Ahora ella debe seguir descansando. Le vendrá bien tener a alguien al lado si llega a despertar- Dijo seco el Doctor
-¿Si llega a despertar? ¿Qué... Qué quiere decir?- Pregunté algo asustado
-Ha recibido un fuerte golpe en la cabeza. Le hicimos un TAC hace trece horas y aún no tenemos los resultados. La tormenta está afectando a nuestro sistema eléctrico- Se empezaban a oír con más fuerza el rugir de las densas nubes que se acercaban a la ciudad 
-¿Trece horas? Pero, ¿cuánto tiempo llevo aquí?-
-¿No lo recuerda? Llegó aquí hace dos días señor. Le hospitalizamos al mismo tiempo que a ella después de que se desmayara. Estuvo recibiendo asistencia todo el primer día. Usted estaba demasiado débil, y sin embargo la trajo-
-No puedo evitar sentirme peor ahora mismo... Querría estar solo si no le importa, Doctor. Necesito asimilar todo esto-
-Por supuesto. Si necesita algo, pregunte por mí-

 El Doctor Crespo abandonó la habitación, dejándome solo con dos desconocidos y sin saber cuándo se despertaría cada uno. Sin saber siquiera cuándo me despertaría yo, si eso era una sueño. Me apoyé en el gran ventanal de la habitación del hospital, observando cada gota chocar contra la ventana e intentaba contar cada una para evitar pensar qué diantres había pasado durante esos dos días. Viendo la ciudad arder con agua e inundarse con fuego, traté de armar ese puzzle que se había destrozado a destiempo dentro de mi cabeza.

 Cogí una silla de la habitación y la acerqué a la cama de la chica. Me concentré en mirarle a sus ojos cerrados, imaginando cómo serían abiertos; en la sutil curva de su nariz; en el arco de sus ojos y sus pestañas; su pelo pelirrojo. Pelirrojo... No me había fijado en eso antes. Un pelirrojo que aún con la luz cálida de la lámpara se veía tan vivo... Y las curvas de sus labios que me recordaban a las olas del mar; sus pómulos y, aún así, no podía evitar que mis ojos se fueran cerrando sin que me diera cuenta, aunque la silla donde estaba no era precisamente cómoda. Me había fijado en ella de una forma que ya no me atrevía de mirar a alguien. Cuando me concentro en los pequeños detalles... Las cosas no suelen salir bien. Sigo fijándome y repaso cada uno hasta que se calcan en mi cabeza. Así que me forcé a parar; a dormir.

 En mi último suspiro antes de caer rendido, vi cómo mientras mis ojos se cerraba, los suyos se abrían un poco pero, no tenía fuerzas fuerzas para detenerme. Estaba agotado, y quería entrar a mi mundo. Ese lugar donde el tiempo pasa más rápido. Donde todo lo que conozco cobra un sentido y significado distinto. A mi particular laberinto de sueños.



 Después de corregir el primer boceto del libro, ahora he impreso la primera copia y fijaos cómo cambia. Todo son pequeños detalles, claro; pero creo que tiene mérito que ahora me tire más tiempo corrigiendo y mejorando cosas que escribiendo y creando. Y no me molesta. De hecho, estoy orgulloso de ver tantos cambios y mejorar tantas cosas. Creo que es sinónimo de madurez, al menos escrita. Así que yo salgo contento de cualquier forma :) ¡Hasta mañana!



jueves, 18 de febrero de 2016

Infinito 76: Llamada perdida del Universo

No me juzgues todavía
espera un poco más y observa
he hecho todo lo que he podido
y sigo de pie.

Pero con las piernas temblorosas,
los párpados tiritando
y las manos magulladas.

Y puedo seguir sin caerme, de verdad
pero no me juzgues si me dejo vencer
después de años estando en pie
necesito un descanso de ti, universo.

Sé que no me vas a dar un respiro
por eso no me juzgues si me voy
si en tu pestañeo desaparezco
para buscar un presente mejor.

Si fallo, tu risa no me molestará
porque te prometo que algo aprenderé
si lo consigo y encuentro un lugar mejor
te dejo volver a mi vida.

Pero tendrás que encontrarme
y será difícil porque ya no seré el mismo
ya no hará falta que me busques entre la tristeza
tendrás que ir al mismísimo Olimpo.

Así que en realidad no me importa que me juzgues
si crees que por irme estoy huyendo
lo aceptaré como tu opinión
mientras sigo buscando un camino que no se me ha dado.

Ahora mismo me duele el cuerpo pero sonrío
porque sabía que mi marcha era cuestión de tiempo
y aunque aún no sea cien por cien realidad
ya puedo sentir al viento del este llevarme con él.

Nos volveremos a ver, eso ni lo dudes.


 Sabéis, me encantan las canciones de viaje. Así las llamo yo. Son las que me inspiran a viajar o las que pondrían en un avión, en un coche o en la cubierta de un barco.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Infinito 75: Boat Song, un mundo en la nada

Hay un bote que conecta nuestra vida con la muerte sobre un gran océano
un viaje que no atenta contra el tiempo ni el espacio; es un mundo aparte
las aguas están tranquilas por tener a alguien junto a ellas
el viento acaricia al recién llegado con cariño, por una vez en su vida.

En mitad del horizonte va apareciendo la débil imagen de una puerta
no muy grande, como la entrada de su antigua casa
un inmenso mar azul y rosado le rodea bajo un manto anaranjado
y un nuevo sol  en el cielo calma cualquier duda que pueda abordar su mente.

Sólo navega hacia su puerta, de nuevo
para volver a entrar a casa, quizás por última vez
una puerta infinita con una trascendencia opaca
a los ojos de la vida que deja atrás en cada onda que se expande y desaparece.

El viento se impacienta y anima al bote a ir más rápido
no hay corrientes ni remos, la falúa va sola en el mitad de la nada
que pronto pasaría a ser un nuevo todo
un despertar diferente frente a un aurora que despunta hacia el inconmensurable vacío.

Sin peros y con todas las respuestas que nunca obtuvo
está cada vez más cerca de su designio, y se ve a si mismo sonriente al lado de la puerta
en una sola mirada el viajero entendió lo que ocurría
la muerte le había despertado del sueño de la vida.

Al abrir la puerta en mitad de la nada, con su otro yo en el escalón
vio el mundo con el que siempre soñó
vivo, radiante y lleno de energía
pero no quiso cruzar.

Su calco le abrazó con delicadeza mientras nuestro viajero cerraba la puerta
no estaba dispuesto a vivir sus sueños
sin antes luchar por vivir su vida de la mejor forma posible
en el mundo que le ha tocado y quiere intentar mejorar.

Subió al bote y con una sonrisa tras su mano dando una muda despedida
emprendió el camino de retorno a la vida que había dejado atrás
para despertarse dentro de un sueño,
o dormirse e ir de nuevo hacia otra meta, o al mundo que le espera al cerrar los ojos.

El viajero pasó a formar parte de la delicada brisa, como un recuerdo
y acariciará a todo aquel que vuelva a aparecer en ese embaucador océano
como la certeza de la respuesta que flota en la duda,
y el inquebrantable placer que envuelve nuestro cuerpo al estar relajados en un mar de dudas.



Esta es la canción que me ha inspirado para la entrada de hoy: Boat Song - Woodkid
Si podéis volver a leerlo esta vez con la música de fondo, os prometo que será una forma distinta de leer.
Hasta mañana

martes, 16 de febrero de 2016

Infinito 74: Ataques a hospitales en Siria

"Estoy absolutamente convencido de que la ciencia
y la paz triunfan sobre la ignorancia y la guerra
que las naciones se unirán a la larga no para
destruir sino para edificar, y que el futuro
pertenece a aquellos que han hecho mucho por el
bien de la humanidad"

Louis Pasteur

 Cómo me gustaría creerte ahora Louis. Pero mira esto: 


 Cómo me gustaría creer en la humanidad. Hablando con Valeria hace unos días sobre cómo tiene la sociedad enfocado el machismo, el sexismo y el mal entendido feminismo, acabamos llegando a la conclusión de que nosotros nunca podríamos llegar a ver los cambios con los que soñamos para este mundo. Pero los nietos de nuestros nietos, sí. La cuestión es si habrá un mundo fértil, tolerante y justo donde puedan vivir. Porque leo cada semana tantos tratados de "alto el fuego" entre Rusia, Turquía y EEUU que ya no me creo nada. Como Siria no se esté tirando bombas a si misma no me creo nada. 

 No quiero entrar en quién ha atacado a quién, sino en qué tipo de personas están detrás de atacar tres hospitales llenos de niños y refugiados, dejando a más de CINCUENTA MUERTOS CIVILES. Y pregunto, ¿para qué? Qué clase de provocación, injuria o blasfemia hay detrás de todo esto. Cualquier apodría sacarme ahora otras cifras de cualquier otro ataque o atentado pero repito, que no estoy hablando de quién ataca a a quien.

 Estoy enfadado, molesto porque a lo mejor el mundo que yo quiero dejar a mis hijos, y ellos querrán dejar a mis nietos, no es el mundo por el que yo voy a luchar en este vida. ¿Quiere decir eso que no lo voy a intentar? Para nada. Lo intentaré con todas mis fuerzas pero es inevitable que una parte de mi cabeza racionalice acerca de qué clase de dirigentes gobiernan este planeta. Como dijo un profesor mío una vez: "Los mayores ladrones y asesinos visten con traje y corbata".

 ¿Cuándo dejarán los inocentes de pagar por todo aquello que un boli firma, o que una voz manda? Esa es mi pregunta.

 También entra en juego la manipulación de la información por los medios de comunicación. A lo mejor esto es una mentira pero, me la creo. Porque lamentablemente sabía que era cuestión de tiempo que algo así ocurriese. Y seguro que hay muchas cosas exactas a ésta o parecidas que no han contado. Y ahora es cuando me enfado más, por cómo nos manipulan los hombres de traje para que sepamos lo que ellos deseen. Es injusto y frustra, pero no puedo hacer nada. No ahora. Así que esta noticia me la creo, y no me importan otras en este momento. Haré todo lo que pueda para que este mundo mejore. Quién sabe a dónde llegaremos.



lunes, 15 de febrero de 2016

Infinito 73: Tregua - David Cañas

Hay mucho que no digo ni quiero decir
demasiado por volver a recordar
enterré mi dolor para intentar ignorarlo
no funciona, pero al menos no lo tengo delante.

Aunque me gustaría cavar más hondo
para en su debido momento
volver a sacar todo el dolor y enfrentarlo como es debido
de golpe y sin miedo.

Pero ahora no quiero escribir
no me apetece y eso dice mucho de mi situación
y mientras lo digo,
escribo.

Esa es mi ironía, ¿sabéis?
No tengo nada mejor que hacer que perderme entre versos
haciendo lo que digo que no quiero
y es porque no estoy más que dolido.

Me repito lo que siempre digo:
"El dolor es pasajero David"
y claro que lo es
es tu pasajero de primera clase en tu pecho.

Hoy no me interesan las rimas
ni escribir otra entrada
busco despejarme sin tener que gritar en silencio ante el espejo
o llorar en la ducha, así no distingo mis lágrimas.

Aunque lo más curioso sea
que ya no tengo gritos para llorar
ni lágrimas que arrastren mis pestañas.
Ahora estoy solo, sin nada que ofrecerme.

Pero David, mañana será un nuevo día
recuérdalo e intenta creerlo
deja a un lado tu imprescindible cabezonería
y trata de no pensar al menos un día.

Date tregua, amigo mío.



Ilustración de Benjamin Lacombe 

domingo, 14 de febrero de 2016

Infinito 72: Supremacía humana

No quiero decir que ya no me importe
si me pongo por encima de mis problemas
tampoco digo que no me haya importado
si después de tanto tiempo ya no siento nada.

Es curioso cómo el dolor actúa a veces como medicina
y de mala manera, con una recaída o una hostia
nos acogen las tinieblas que ignorábamos
para decidir buscar la luz por nosotros, esta vez.

Sientes el cuerpo extraño
como si algo hubiera atravesado tus entrañas
y dentro de ellas hubiera buscado tu punto débil
para en vez de herirte, mimarlo.

Sabe que necesitamos esa parte de nosotros para vivir
para apreciar la vida al igual que la luz y los embrollos
somos lo que sentimos incluso en la oscuridad
y es que ahí es donde somos nosotros mismos.

Luchamos por nuestra alma y salud mental
queriendo salir de la forma que sea a cualquier coste
es supervivencia, amigos
y la supremacía humana no la ejerce el cuerpo.

Sea de la forma que sea subsistiremos
de una pieza o en varias pero siendo nosotros mismos
nos aceptaremos por encima de la opinión de los demás
porque somos lo que hemos pasado y no se puede cambiar.

Una vez lo aceptemos y nuestras personas también lo hagan
no habrá ningún hoyo del que no podamos salir
ni problema que no podamos solucionar
aunque eso no quiere decir, que no nos vaya a costar.



No conozco al autor de este montaje

sábado, 13 de febrero de 2016

Infinito 71: Basta

¿Conocéis esa sensación embriagadora que te hace querer crear constantemente? Pues lo he echado mucho de menos, hasta ahora. Me he visto forzado por mi bienestar emocional a desconectarme de muchas personas. Me ha costado mucho más de lo que pensaba pero, es lo mejor para mí. Y ahora que me he conseguido desconectar, vuelvo a tener la creatividad como mi mejor amiga.

 Hoy intentaré poner en marcha un proyecto nuevo que tiene que ver con el doblaje, mis libros y Youtube. Supongo que ya os podéis hacer una idea.

 Y ahora mismo me siento bien pero, triste. No sé por qué. Pero tengo la extraña sensación de que no he hecho algo bien o que no hice todo lo que pude. Pero es momento de ser egoístas y ponernos a nosotros mismos por delante del resto.

 Como me dijo Emilio hace unos días, os lo digo a vosotros: No te mereces a nadie que no te tenga en un puto pedestal.

 Las personas van y vienen. Unas se olvidan y otras perduran una vez se han ido. Y hay algunas que se olvidan mientras siguen a tu lado. Como suelo decir, cada uno de nosotros somos los únicos con los que vamos a convivir toda la vida y, ahora me pongo por delante de todo y de todos. Porque no valgo un dolor que no me merezco ni unas palabras irrespetuosas. Soy bueno, soy muy bueno en lo que hago y soy una buena persona. Nadie me puede pisar, porque yo no voy a pisar a nadie. Lo único que quiero para todo el que me conozca es que todos avancemos y mejoremos como personas. No voy a darle un tiempo al odio, al enfado y a la irrespetuosidad que no se merecen.

 Recordad que nosotros somos nuestra persona más importante y eso no quiere decir que no podamos querer a alguien más que a nosotros mismos. Aunque eso es muy arriesgado y en fin, dudo que pase más de una vez de forma sincera en la vida.

 En definitiva estoy cansado, y por eso es momento de volver a ponerme las pilas con todo excepto mis sentimientos. Porque están destrozados y quiero que descansen lo que necesiten. Es momento de crear, disfrutar y aprovechar el tiempo. Qué mejor forma de hacerlo que con las personas que amamos y nos aman.

Hasta mañana.. 


Fotografía sacada del blog de Elaine Elebao 

viernes, 12 de febrero de 2016

Infinito 70: Conociéndome un poco mejor

 Veréis, os voy a contar una cosa. Tengo 18 años para 19 en este 2016, y hace tres que dejé primero de bachillerato. Lo dejé a principios del segundo trimestre y estuve siete meses sin hacer nada, pudriéndome. Aunque desde el mes de Marzo hasta Abril tuvo lugar el accidente de Arvo. Todo esto ocurrió en 2014, y en Septiembre entré al Grado Medio de Laboratorio de Imagen en el Barrio del Pilar que acabé abandonando al igual que bachillerato, en enero del año siguiente. Me puse a trabajar como ayudante de luthier (un luthier es un artesano que crea y restaura instrumentos musicales) estuve cinco meses y lo echo mucho de menos. Ahora estoy en el Grado Medio de Redes y Sistemas Microinformáticos en Plaza Castilla y para mi sorpresa, no lo he dejado.

 Hoy me han sacado de clase para comentarme un caso idéntico al mío acerca de un chico, pues la orientadora del instituto donde estoy conoce mi historia, y quería consultar de primera mano (junto a la madre del chico en cuestión, que también es profesora del centro) a alguien que lo vivió, sufrió y salió. Envié un correo a la orientadora del instituto después de la conversación con un texto que yo le diría a ese chico si pudiera hablar con él. Es lo que me habría gustado que me dijeran a mí hace tres años.

"Mira, yo me he sentido igual que tú y entiendo tus ganas de crecer y seguir maravillándote por algo que me han dicho que te gusta tanto como es la música. Pero para los artistas,  este es un mundo complicado y debemos ser los primeros realistas de todos. Porque nos llevamos muchos palos por una sociedad tan objetiva y cimentada en unos principios y visiones que ignoran la cultura y el arte. Es así de triste y lo mejor que podemos hacer es adaptarnos, siendo realistas, para en un futuro realísticamente optimista, querer cambiar todo lo que nos ha impedido avanzar para que otros no tengan las mismas limitaciones y sientan lo que aman más cerca.

 Si no quieres seguir en Bachillerato, no lo hagas. No pienses que es lo que debes hacer. Pero tienes que tomar una decisión y ni yo ni nadie puede decirte cuál es la acertada. Si tienes que elegir un grado medio, escoge el que más se acerque al arte o el que más te interese y he de reconocer aunque yo lo abandonara, que la fotografía digital y analógica es muy bonita. Además de que abre muchas puertas al mundo artístico si tienes una forma propia y original de ver las cosas. O sino, es una forma de currarte un colchón creo que nada desagradable para alguien que le gusta el arte. Yo lo dejé en parte porque fui alguien muy débil emocionalmente, y eso es cosa mía. Confío en que tomes la decisión que tomes al menos estés contento. Porque si nos pusiéramos a pensar en todo lo que podría pasar o no según lo que hacemos, o no, no viviríamos. Y los artistas estamos para marcar un nuevo sentido a la vida con nuestro arte. Tú tienes el tuyo y lo bueno es que nunca se deja de aprender. Sigue yendo a clases de guitarra y sigue creciendo. A lo mejor un día consigues crear un grupo o formar parte de uno.

 Lo mejor para todos, es no tener una única opción. Tener un colchón aunque sea fino en el suelo, para cuando caigamos. Porque caer es inevitable y como suelo decir: La vida no se basa en levantarse o en aprender a ignorar el dolor, sino en aprender a caer. La vida es demasiado corta para no hacer lo mejor para uno mismo. Usa la cabeza junto al corazón, y todo irá de la mejor forma posible"

Ahora me conocéis un poco mejor. Hasta mañana, y un abrazo.


No conozco al autor del montaje

jueves, 11 de febrero de 2016

Infinito 69: Ensayando mi interior

Personajes:
-David Moral: DM
-David Emocional: DE
-Dolor

Una habitación vacía con dos sillas dispuestas una enfrente de la otra y en cada una sentados dos personajes idénticos por fuera pero totalmente distintos por dentro. Aparecen dos tazas de café caliente sobre una mesilla a la derecha de cada uno de los personajes. Comparten que ese es su brebaje favorito.

DM: Sabes que hemos vuelto a acabar aquí por tu culpa, ¿verdad?
DE: ¿Acaso existe culpa con estas cosas? Parece que aún no te has dado cuenta de que la vida trata de aprender a caer.
DM: Y tú parece que sigues sin escucharme (da un sorbo a su taza de café sin dejar de mirar a su acompañante)
DE: No hagas eso.
DM: ¿El qué? ¿Te sientes juzgado?
DE: Sí.
DM: Curioso. Porque lo único que estoy haciendo es mirarte. Sentirte juzgado lo generas tú. A lo mejor es porque... Hmm... Porque en el fondo sabes que estamos en esta habitación que ambos repelemos tanto por tu insensatez.
DE: Vale, lo reconozco. Me arriesgué y ya que estamos aquí y nadie nos ve, mira. (Empieza a rascar su piel como si fuera el aluminio de una tira de lotería, apareciendo una capa de piel distinta, irritada y sangrante)
DM: Lo sabía. Sabía que te estabas enmascarando de nuevo. Como siempre.
DE: ¿Y qué hay de ti? Ignorando todo lo que atenta contra tus tan estables que crees principios.
DM: Eso a ti no te afecta. Las noches en vela  y los escasos momentos de inexistencia no son relevantes para ti. Nunca hemos acabado aquí por este asunto.
DE: No puedes criticarme tanto. Lo único que hago es arriesgarme porque es lo que soy. Tu trabajo es intentar hacerme ir más despacio y pensar las cosas. Porque ambos sabemos que me desvivo por una mirada o una sonrisa.
DM: Así estás amigo mío. Mírate... (alza una mano y se levanta) Ven aquí.
DE: ¿Qué quieres? (Intenta disimular que no le escuece la piel, pero le empieza a temblar el torso y se le abren algunas heridas. Se levanta después de la insistencia de su copia contraria)
DM: Ven aquí, vamos. (Ambos se abrazan y las heridas de DE ya no sangran, dejando de temblar) Lo único que tienes que hacer es pensar las cosas. Conocer bien a la gente. Eres muy joven y yo parezco un viejo con mi forma de actuar. Ese es nuestro problema, que nuestro cuerpo actúa como un niño o como un hombre mayor. Debemos encontrar el punto intermedio, y para ello debes empezar tú. (De repente, en una esquina de la habitación aparece El Dolor, triste)
DE: ¿Qué ocurre Dolor? ¿Por qué tienes esa expresión en tu rostro?
Dolor: Lo estamos pasando tan mal, que hasta me duelo yo a mí mismo... Creo que necesitamos cambiar algunas cosas chicos. Yo también hago mi trabajo para que aprendáis, pero me estoy cansado de llevarme tanto a cabo.
DM: Nos merecemos un descanso amigos, y la noche está al caer. Mañana hablaremos contigo Dolor, intenta descansar ahora que nuestro cuerpo va a tratar de hacerlo también. Mañana estaremos más tranquilos y podremos hablar mejor.
Dolor: Sí, dadme unos días de descanso. Ya son varios años con pocos días tranquilos...
DE: Gracias Moral... No sé qué haría sin ti. De verdad.
DM: Recuerda que eres lo que nos da vida y vitalidad a todos nosotros. Y que siempre vas a curarte de cualquier daño. Pero ahora debemos elegir por qué sufrir, ¿vale?

Los tres personajes dejan la habitación atravesando una puerta que se abre al empujar DM en una pared. La luz va disminuyendo su intensidad, hasta acabar con el telón cerrado, como si fueran los párpados del cuerpo que los tres habitan.


No he encontrado al autor de este dibujo

miércoles, 10 de febrero de 2016

Infinito 68: Será lo que te salve - David Cañas

Sé desde hace tiempo lo que es sano
y qué no quiero en mi vida.
Ahora me hablo todos los días
delante del espejo o en mis pensamientos.

Y es ahí, conmigo mismo
donde me veo abofeteado y cansado
por la vida, las circunstancias
los problemas que me he buscado.

Y aunque aún después de muchos días
siga sintiendo este dolor en el pecho
sonrío y veo las cosas buenas que he hecho
a pesar de lo malo que me he generado.

"Vale la pena", me digo
si algo malo en ti, genera felicidad en otros
y aún más en personas que te importan,
nunca será un dolor en vano.

De todas formas, me siento solo
un poco triste y decepcionado.
Y sé que es lo que hay y que no lo puedo cambiar
así que paciente encontraré otro final.

Porque este no puede ser el último punto
de una historia tan bonita y destructiva
como es mi vida compartida con la tuya
este no puede ser mi final.

Como dice Ramón:
tienes muchas cosas buenas en tu vida
cállate, sonríe y valóralas
serán las que te salven la vida, y el día.

Creo que de estos últimos tres meses
he aprendido que el dolor es nuestro huésped
le sufrimos pero aprendemos con él
y, si al final soy mejor por su gracia, bienvenido sea.

No huiré de ti, estoy cansado
te echaré un pulso de miradas
golpes que cortan el viento y palabras como balas
no esperes una despedida, sino un abrazo por mi parte.

Aunque duelas.


No conozco al autor

martes, 9 de febrero de 2016

Infinito 67.1: Grietas, la otra cara de hoy

 Dudo que sea fácil encontrarme peor que ahora. No recuerdo sentirme tan débil, frágil y vacío. Sean por las causas que sean, no me apetece seguir con nada.

 Siento que mi camino me quema los pies porque aún no tengo las fuerzas suficientes para aguantar. Siento que necesito salir de toda mi vida y buscar algo nuevo. Pero estoy recluido aquí. Encerrado en una niebla enfermiza de alegrías de mal gusto y decepciones acostumbradas. Joder, dejadme salir de aquí. De verdad necesito sentirme vivo, que hago algo con mi vida.

 Anoche me pedí que por favor fuera la última puesta de sol que soñaba llorando en la cama. Que hace unas horas, sería la última noche sin pegar ojo por toda la mierda que probablemente hago más grande de lo que es, pero es mi mierda. Aunque suela tener ese defecto de agrandar los problemas, ya no me quedan apenas fuerzas para luchar contra ellos ni para aguantarme a mí mismo.

 Así que me rindo, universo. Si tengo que pasar a ser tu verdugo o tu decapitado, me da igual. Me rindo y no me importa. Haz lo que quieras conmigo. Pero antes de nada, que te jodan. Porque yo no me merezco esto. No merezco todo lo que me has tirado. Pensaba constantemente en "el universo no nos da nada que no podamos aguantar" Pues te informo: no soy acero, soy madera. Me humedezco por mis lágrimas y me salen grietas en la piel cuando no aguanto la presión. Si tuviera que hacerme un tatuaje, me haría unas grietas que subieran desde el diafragma hasta el cuello, cabrón.

 Lo más curioso, es que anoche pensaba que no podía estar peor. Que la decepción sería lo que más hondo me podría calar, pero no. Ha sido tragar el desayuno esta mañana y que no tenga el mismo sabor. Coger el bus y que me duela el cuerpo. Paso a ser otro títere, al menos hoy. Porque las cosas esta mañana me han dejado de importar. Me da igual dónde acabar o qué hacer, y eso es lo que más me destroza.

 Universo, soy tuyo. Pero que te jodan.


No conozco al autor

Infinito 67: Hablando conmigo mismo

 Ahora que estoy tranquilo, puedo escribir bien. La verdad es que esta mañana escribí algo muy oscuro y destructivo. Mandaba al universo a tomar por culo, básicamente. Pero como me enseñó mi amigo Ramón, Marcos y mi madre a base de persistencia: espera a hablar o contar algo cuando estés tranquilo.

 Últimamente no paro de pensar en por qué me pasan cosas que no merezco. Como que elijan a alguien por encima de ti, cuando te han llenado la cabeza poco a poco de cosas buenas. Rompe un poco tu corazón quieras que no. Pero no hay dolor que no arregle el blues. Aunque luego me pongo a pensar y joder, tengo una vida fantástica.

 Tengo la suerte de estudiar algo que me gusta aunque no sea algo que me apasione (ni de lejos). Tengo amigos fieles y sinceros, que muchas veces ni me los merezco. Aguantan todas mis niñerías y siempre están conmigo de alguna forma. Tengo una familia fuerte y humilde. Y yo... Yo soy una pasada de persona. Con un barbaridad de defectos pero soy la leche. Tengo mucha imaginación, pasión, creatividad, alegría, seriedad, perseverancia, cabezonería... Y un montón de cosas malas pero eh, es mi blog y me voy a pintar como el puto.

 Sin embargo, siendo así, un buen tío, pasan cosas malas. El dolor llega igual y no entiendes muy bien por qué. Pero es lo que hay. No hay mil cosas malas que equivalgan a una sola cosa buena de nuestra vida.

 El dolor es pasajero y aunque aún lo sienta dentro del pecho, se acabará yendo. No me lo paso bien con él y eso que nos pasamos noches hablando o, gritando. Y es que solo necesito una risa con mis amigos de verdad o mi familia para que se me olvide.

 Que la gente me hunda todo lo que quiera y me destroce, porque tengo la inercia de mi parte. Y mi inercia son mis personas. No sería nada sin ellos, y lo bueno es que lo saben.

Pd: Señor Dolor, si quieres volver a pasarte por mi pecho, no te lo impediré. No suelo aprender y cada vez me dueles más pero, ya ves que siempre salgo adelante por mis inercias (personas) así que dedícale tu tiempo a otro, o a nadie. Yo seguiré mi camino, aunque siga sin encontrarlo. Te quiero, aunque duelas.


Este hombre me ha salvado el día con su música: Jack Johnson

lunes, 8 de febrero de 2016

Infinito 66: Vídeo Málaga 2015

Me encanta grabar y hacer vídeos porque así los recuerdos son más consistentes. Además, al verlo de nuevo, puedes volver a sentir lo que sentiste en su momento. 


Este vídeo me llevó casi siete horas pero no paré de disfrutar. Son casi nueve minutos, pero a mí se me hace cortísimo. Espero que os llevéis alguna que otra risa y sonrisa :)

¡Hasta mañana!

domingo, 7 de febrero de 2016

Infinito 65: Málaga 2015

Qué bien sienta compartir con personas que te completan


 Que aunque pase tiempo y baches, de alguna forma seguís siendo los mismos imbéciles que se descalzaban para ir a las últimas rocas de un muelle para estar cerca del mar.


O que aprovechaban las siestas de otros para tener un recuerdo gracioso y bueno, sí gracioso.


Porque las gamberradas nunca cambian si se llevan tatuadas en tu forma de ser,  dejando de a lado a una gran desconocida, recordada como vergüenza.


Porque los lugares nuevos se disfrutan más en buena compañía.



Si es con los compañeros, los amigos, los recuerdos se mantienen intactos y siempre a la espera de vivir mejores y superarlos.


El año pasado fuimos Marcos, Pablo, Simón y yo a Málaga y estas son las fotos menos comprometedoras. Habrá que repetirlo, ¿no? 


sábado, 6 de febrero de 2016

Infinito 65: Reflexión pura y dura

La libertad ilusoria que nos plantean nuestros sentidos
son unos barrotes que te abrasan si te acercas
y mientras te mantengas alejado
su odio no podrá cicatrizarse en tu piel.

Vivimos en un mundo donde la única libertad que existe
es la del pensamiento propio por cualquier chispa
y estoy muy cansado de vivir en un pozo de hipocresía
al que yo permanecí y maldije en su día.

El curso de la historia nos ha enseñado cómo no debemos actuar.
Pero siguen habiendo grandes líderes que miran su fajo de billetes
mientras los que han hecho que ese, ser, esté donde esté
se mueren en las fronteras bélicas y países hambrientos.

Me da rabia pertenecer a un mundo así
donde no puedo hacer nada más que escribir, pensarlo y
darme cuenta de que la impotencia es tan real
que mis manos se tensan y mis sentidos se vuelven en mi contra.

Este es un mundo cruel, injusto y que ha perdido parte de su humanidad.
Y yo, creando mundos futuristas y de muerte, destrucción y caos me pregunto
si se podría creer en un futuro donde la igualdad no se plantee entre sexos
sino entre seres vivos.

Un futuro donde la justicia pudiera ser algo lógico, en vez de algo dictado
si se podrá decir lo que uno cree sin tener que amordazarle después
un mundo donde la libertad sea más que una palabra
y pasen a derretirse esos barrotes que ahora empiezan a calentar mi carne.

Desearía creer en una sociedad donde el sentido común
lo pudieran tener más que un puñado de personas
que han ilimitado sus capacidades para plantearse todo lo que otros temen
hasta el punto en el que, acaban escribiendo algo así.

Ahora mismo, este es un mundo de mierda y con personajes indescriptibles.
Me encantaría que algún día el talento no se basase en lo que puedes enseñar
sino en lo que puedes crear en una habitación vacía
lo que tu mente desencadenada puede plasmar si se le permite.

Es obvio que este mundo tiene cosas buenas y honradas por las que luchar
pero por qué no las veo eclipsar a todo lo que me carcome.
El amor es natural y la violencia un invento,
quiero creer que vivo en un mundo donde eso aún es real.

Pero salgo a la calle, miro a la gente, y no me veo reflejado
me cuesta encontrar personas que no tengan un aura negra o de indiferencia
porque nosotros somos la triste esperanza de que algo puede cambiar
pero ahora no, ahora mi carne se está quedando pegada en el metal.


viernes, 5 de febrero de 2016

Infinito 64: Movidas locas

Hoy he estado liado no, lo siguiente. Mañana tendré algo muy especial preparado. ¡Nos vemos!

jueves, 4 de febrero de 2016

Infinito 63: Somos artistas

Somos los que preferimos crear llorando
aquellos que les interesa caer una vez más
para comprobar si va a ser diferente
la caída, el dolor o el estruendo.

Somos una clase única de personas
el botón descosido de un jersey viejo
que cae y revolotea alegre y efusivo
un alma que suplicaba ser libre.

Somos la ola que rompe con más ímpetu
cada vez que llega a un acantilado imponente que dice:
no puedes, ni podrás quebrantarme.

Quizás, somos el espíritu indomable y compasivo
la llama que aunque sea pequeña dice:
"Tú, mundo. Tú tampoco podrás conmigo"
La última pizca de fuerza de voluntad y cariño.

Somos los indiscutibles
los que quedaremos en los corazones de la gente
aquellos que pasarán los siglos
y seguiremos viviendo en cada sol naciente.

Somos aquellos que llamaban inútiles
hasta que demostramos al mundo
que éste es un lugar muy pequeño
para todo lo que queremos embellecer y crear.

Somos los que creamos oportunidades
porque no nos importan las limitaciones
más allá de las que nos pongamos nosotros mismos.

Dinos por dónde debemos ir
y te dibujaremos o compondremos un camino
lleno de todas aquellas pedradas y pisotones
que se han llevado nuestros corazones.

Éramos aquellos rechazados y marginados
por tener ideas propias, buen criterio,
una pizca de locura e ingenio.

Los que deciden arriesgarse con el corazón
usando su mente como escudo
luchando por lo que nuestra razón cree justo
hasta nuestro último suspiro, juntos.

Somos únicos.
Inmortales.
Inquebrantables.
Somos fuego y ceniza.
Somos artistas.


No conozco a este artista

miércoles, 3 de febrero de 2016

Infinito 62: Decisiones

 Ayer me rapé al cero y francamente, no podría sentirme mejor. Esa sensación de hacer lo que te da la gana y estar bien con ello, sienta genial. No digo que ahora vaya a hacerme un piercing en bueno, mis partes; sino que siendo consecuente con una pequeña dosis de locura uno se siente bien consigo mismo.

 AVISO: esto no quiere decir que ahora todos debamos raparnos la cabeza, hacernos piercings ni volvernos estúpidos. Que quede claro.

 A veces me siento enjaulado en una sociedad que cada vez se va pareciendo más a una utopía. Ya con mis propios y personales pensamientos sentía que salía un poco de ella pero, ver el desacuerdo de algunas personas con mis cambios me hace sentir, de alguna forma, que estoy siendo yo mismo.

 Cada uno hace lo que quiere y debe ser lo suficientemente maduro como para saber todo lo bueno y malo que puede llegar con su decisión. Y por dios, hacer lo que yo he hecho no tiene ninguna repercusión maravillosa ni terrible. Drogarse bueno, puede. Por suerte la única droga que necesito es el aire. Ahora mismo, claro.

 Estos días la gente se ha extrañado con mis cambios y no pretendía dar ningún arrebato a nadie para que hiciera lo mismo. Vamos, ni en broma. Lo que hago lo hago por y para mí (sobre lo que estamos hablando). Lo único que quiero decir con todo esto es que podemos hacer lo que queramos, pero seamos inteligentes. Hay veces que hasta para una declaración de amor hace falta esperar.

 Si crees que tienes que hacer algo para sentirte mejor contigo mismo, no lo hagas. Ese es un estado de necesidad que no conviene a nadie. Las mejores decisiones son las que se toman en el momento, prematuras y sin pensar. Pero por se acaso, lo digo: drogarse no es una buena decisión aunque lo lleves pensando años.

 Usemos la cabeza (me viene al pelo esa frase ahora aunque bueno, ya no tengo) y tomemos nuestras decisiones por y para nosotros mismos. Porque valemos oro, y ser felices y estar orgulloso de cada uno es el mejor regalo y sensación que podemos sentir.

Un fuerte abrazo a todos y muchas gracias. Os quiero, leñe.


El trabajo de Brakethin me ha encantado y he vuelto a encontrar fotografías que me inspiren. Así que muchas gracias a ti también.




martes, 2 de febrero de 2016

Infinito 61.1: Rapándome la cabeza con Ramón y Marcos

Hoy me ha apetecido mucho hacer esto. Puedo utilizar como excusa que perdí una apuesta o que en alguna cultura raparse el pelo significa volver a empezar más fuerte y sano después de una etapa de tu vida (que puede ser). Pero esto es porque quería y me lo he pasado genial con Ramón, Marcos y Arvo. Así que no le busquéis lógica, fue muy divertido ^^




Infinito 61: Imaginando

Qué diría si tuviera que dar una charla a aquellos niños y niñas que son como yo fui a su edad.

 "Hola a todos, chicos y chicas, y bienvenidos. Me llamo David Cañas y hoy estoy aquí para hablar de lo geniales que sois. Ya os digo que me gusta ser directo. Contadme, ¿en qué sois buenos? ¿Nadie responde? Bueno, me parece bien. Dejad que os cuente una cosa, de tú a tú.

 Cuando tenía vuestra edad incluso antes cuando estaba en primaria, los demás chicos de la escuela se burlaban de mí porque mi madre me pasaba mis revistas de maquetas para leer en los recreos. Porque el primer año me pasé dos semanas llorando cada mañana en el baño por haberme ido a otro colegio. Muchos se burlaron de mí y muy pocos fueron buenos. Siempre fui el chico calladito, retraído y pensativo. 

 Sabéis... Las personas calladas son las que más cosas tienen que decir. Pero nadie les pregunta, y ellos no se dan la suficiente importancia como para creer que lo quieren decir puede ser relevante. Como vosotros ahora, y está bien.

 ¿Sabéis quiénes son las personas que cambian el mundo entero y el mundo de una sola persona? Nosotros, los raritos. Los que la gente no entiende y no sabe por dónde cogerles. Los que hemos cogido estándares sociales y los hemos tirado a la basura para ser nosotros mismos. 

 Una vez oí esta frase: Si eres un fanático de los escarabajos y le pones pasión a ello, no sólo vas a encontrar gente que comparta lo mismo, sino que vas a infundir pasión en los demás, porque lo haces con el corazón.

 Os dirán muchas veces a lo largo de vuestra vida que tenéis que ser vosotros mismos. Y es que las personas como vosotros, los que no son como los demás, sois los que más vais a aportar a este mundo y a toda su gente. Y dejad que me arriesgue diciéndooslo. Porque yo, y mis personas más cercanas hemos estado donde vosotros estáis ahora. Sentados, un poco asustados y nerviosos. Queriendo creer lo que me dicen pero sin ver un atisbo de coherencia. 

 Poned pasión en lo que os gusta y apartad a las personas que no os hagan bien. Es una regla simple y muy difícil de llevar a cabo. Hace falta ser fuerte y leal a uno mismo para conseguirlo. Pero arriesgaos vosotros también. Porque sois grandes, enormes. Y lo sé no porque estéis sentados aquí, sino porque me fijo en cómo me miráis y me doy cuenta, de que en esto sí tengo razón.

 Además, ¿qué tenéis? ¿Quince o dieciséis años? Yo tengo diecinueve, para que veáis que el tiempo cobra un sentido distinto para nosotros. En resumen, quiero que sigáis siendo vosotros mismos porque además os digo que, si intentáis cambiar o hacer algo que no os gusta, una parte de vosotros os va a decir que no está de acuerdo. Porque aunque aún no lo reconozcáis o sepáis, cada uno de vosotros tiene algo único con lo que hará a este mundo y con suerte, a esta sociedad, crecer y mejorar. 

Muchas gracias a todos."


Hoy se me ha ido la olla con esto, pero realmente me apetece así que, aquí se queda. Y por cierto, tampoco conozco al autor.



lunes, 1 de febrero de 2016

Infinito 60: Querido yo del ayer

Querido yo del ayer:

 Te escribo esto porque mañana no lo recordaré. Ojalá hubieras sabido ayer que tendrías que haberte levantado cuando sonó el despertador para coger el bus a tu hora y no llegar tarde. Porque seguro que hubo al menos una risa que te perdiste. Ojalá hubieras sabido escuchar a todos los que te aman, para hacer caso no a tu corazón, sino al de esas personas.

 Pero hazme un favor, yo, y no entiendas el ayer como el último día de Enero. Entiende el ayer como si fuera pasado, y mañana como si fuera futuro.

 Mi carta para ti aunque no la puedas leer, es que aprendas y disfrutes. Que no dejes de sentir. Porque un corazón que siente se puede romper, pero se acabará recuperando. Un corazón de piedra no se puede romper, y tampoco puede sentir. Quiero que te guíes por ello y que te lo rompas cada vez más. ¿Por qué no? Probablemente, tu mundo sería un poco menos bonito sin ese riesgo que sentías en los huesos, aunque ahora te duelan.

 Quiérete por encima de todo y de todos. Respeta y crea. No te atocines y adéntrate en tu mundo cada vez que el que pises sea aburrido. Mantén tu mente activa y serena, si puedes. Pero vive, coño. Ya sabes que no necesitamos el año nuevo para decirnos estas cosas. Por cierto, feliz año. No te lo dije en su día.

 Sonríe ahora mientras puedas, ya habrá tiempo para llorar. Así como dijo Walt Whiteman:

Coged las rosas mientras podáis
veloz el tiempo vuela.
La misma flor que hoy admiráis,
mañana estará muerta.

 Con cariño, devoción y emoción, un cordial saludo del David del ahora, presente, que mañana será del ayer, futuro. 


No conozco al autor