Ahora mismo leyendo: Yesterday y mañana de Mario Benedetti

jueves, 31 de diciembre de 2015

Infinito 28: Improvisación


Hoy me he hecho una pregunta
Qué es el amor
Qué es querer
Qué es para ti

Ojalá el amor se basase en unas normas, unas pautas que seguir... Unas reglas
Sería todo más sencillo, ¿verdad?

Para mí el amor es no elegir a quien quiero
Para mí el amor es cada sonrisa tuya que no puedo tener enfrente
Para mí el amor es hacer, o intentar hacer perfecto cada momento que estoy contigo
Es hacerte reír
Disfrutar
Olvidarte de todo lo que tienes en la cabeza para disfrutar del momento
Y ojalá fuera tan sencillo

Ojalá no tuviéramos que decidir alejarnos o no de alguien por amor
Porque a veces es lo mejor
Y cómo duele...

Pero no quiero renunciar a esto
No quiero renunciar a ti
No quiero renunciar a lo que siento
Porque es único

Y quiera que no es algo que me va a costar volver a tener
La duda es si quiero mantenerte como alguien por quien luché
O como a alguien a quien decidí dejar rienda suelta dentro de mi cabeza
Jugueteando con todo, hasta con mi corazón

¿Estoy dispuesto? ¿Lo estoy?
No lo sé... No lo sé...

Si me pongo a pensar en el ahora
Sólo quiero estar aquí
Pero quiero que estés conmigo

Ahora mismo no estoy seguro de si esto es lo mejor, no estoy seguro de nada
Todo viene a mi cabeza, lo descoloca todo
Y se vuelve a colocar cuando me despierto

Pero tú...
Tú has venido y lo has descolocado todo de una manera tan perfecta...
Y te has quedado ahí, hasta que mi corazón se ha acostumbrado

Ojalá hubiera un botón de off
Una manera de hacer que salieses de aquí
Porque sé que no voy a poder estar contigo
Y me destroza...

Querría pasar todos los instantes posibles contigo
Querría disfrutar de cada cosa que me gusta a tu lado
Y querría disfrutar de todo lo que te gusta, contigo

Pero no puedo
No ahora
Y no contigo

Pero en silencio te seguiré queriendo
Y aunque, mi cabeza se niegue
Mi corazón sabe la verdad

Y es que nunca me he dejado llevar tanto por alguien como contigo
Y no voy a volver a sentir nada igual en mucho tiempo

Así que ahora déjame decirte que te quiero
Aunque sea una vez...
Déjame decirte cuánto pienso en ti
Cuántas noches he dedicado a tu sonrisa
Y a desear que estuvieras enfrente de mí

Porque aún despierto lo sigo deseando
Aunque no lo sepas

Esto es para ti
Algún día, quien sabe
Pero es para ti

Te quiero.


miércoles, 30 de diciembre de 2015

Infinito 27: Cicatrices o manantiales

 Qué somos. Cómo somos. Qué te hace ser distinto, único. Hoy voy a tomar como referencia, que lo que nos diferencia de los demás son las partes de nosotros mismos afectadas más que otras, por pérdidas y momentos duros que nos han quemado por dentro.

 Tomar una decisión va de la mano con el sacrificio. Siempre que elegimos algo, sacrificamos las demás opciones si las hubiera, y el hipotético futuro que nos imaginamos si hubiéramos tomado otro camino. Hay personas a las que les quema perder. Se centran en ver lo oscura e inerte que está su parte afectada del alma, como yo. Sí, yo entro en ese saco.

 También nos podemos diferenciar de los demás según cómo hemos ido dando más o menos importancia a lo que tenemos en nuestra vida. Debemos saber qué queremos proteger o salvar, mientras otras partes de nosotros se queman. Y para mí, nunca hay una decisión equivocada de este tipo.

 Somos quemaduras, arañazos y cicatrices, visto desde el punto de vista en el que perdemos cosas con el paso del tiempo. ¿No sería mejor ver todo lo que hemos ganado desde que hemos sacrificado partes de nosotros mismos, para nuestro bien? Somos luz, manantiales y risa. Ahora mismo prefiero verme como todo lo que he conseguido, y todo lo que estoy dispuesto a sacrificar de mí mismo para seguir avanzando.

 ¿Y tú? ¿Cómo te ves? ¿Crees que eres todo lo que has perdido, o todo lo que has conseguido por tus sacrificios? La actitud reside en cómo pensamos las cosas y actuamos en consecuencia. El cerebro es la base de todo. Un pensamiento positivo puede salvarnos la vida, o incluso mejor, el día.

 Decide ser lo bueno que hay en ti, por ti.


Foto de: @Ginoide_ 

Un fuerte abrazo a todos, hasta mañana  

martes, 29 de diciembre de 2015

Infinito 26: Llévame contigo - David Cañas

"Hazme feliz,
vuelo.
Llévame contigo,
amor que no concibo ni imagino.
Aléjame de todo lo que conozco.
Llévame allí donde los prados son verdes,
infinitos y puros.
Allí donde sólo amanece
o atardece.
Déjame volar con los ojos cerrados.
Carga este alma
llena de pesos muertos
y miradas perdidas.
Cárgame en tu sonrisa.
Déjame volar en tus ojos.
Oh, amor...
Déjame ser tuyo,
aunque sea una noche.
Olvidemos que el mundo existe.
Creemos el nuestro.
Cambia mis estaciones.
Convierte mis días,
en noches.
Mis pesadillas,
en un despertar a tu lado.
Déjame volar contigo.
Me da igual a donde ir.
Sólo quiero huir,
correr,
escapar de aquí.
Así que por favor, 
llévame contigo. 
Al mundo de pastos verdes,
y largos atardeceres.
Llévame contigo,
cuando cierre los ojos"

David Cañas


Foto de: @covi_alvarez

Se puede decir que ayer Pedro me inspiró lo suficiente como para intentar escribir un poema. No tengo ni idea de si es bueno o no, pero lo que importa es que me gusta y ha hecho su función: Sacarme un peso de dentro. Un día más, doy gracias a las palabras.

Os recuerdo que si queréis mandarme vuestro arte para formar parte del blog o tenéis alguna duda u opinión, tenéis mi correo en el apartado "Contacto" del blog, y la zona de comentarios debajo de cada entrada. Gracias por estar ahí un día más.

Un fuerte abrazo a todos

lunes, 28 de diciembre de 2015

Infinito 25: Tal vez no encuentre... - Pedro Andrés Álvarez Rico

 Este nuevo autor se ha presentado de esta manera: "Me dedico a rellenar papeles y folios con versos pobres y desamparados, que de alguna manera, acaban saliendo de mi corazón sensible". En ese momento pensé: "No puede ser, alguien como yo". Así que demos la bienvenida a Pedro, nuestro nuevo poeta en el blog, con un fortísimo aplauso mental.

Los artistas como Pedro tienen algo único. La capacidad de decir en dos versos verdades inmensas, mientras que alguien como yo necesitaría un párrafo. Es una maravilla conocer y hablar con un poeta. Aquí os dejo su obra:


"Tal vez no encuentre
las palabras exactas.
Y si lo hago, perdonadme
por mi excesiva osadía.
¿Qué es la vida
para un pobre desgraciado?
¿Una tortura?
¿Una tragedia? ¿Una prueba?
¿Un miedo? ¿Una historia
interminable? ¿Una Poesía sin sentido?
o, ¿acaso el pobre
no conoce la vida en sí?
Viviendo un sin vivir, harto
de aburrimiento, sin expectativas,
ni luz, ni tiempo, ni caídas, ni alturas,
Ni caídas...
Solo una sombra que oculta
a sus ojos viejos
cansados de esperar,
-pues un pobre nace siendo viejo-.
Toda maravilla exterior
a su raída, protectora manta
que les protege del frío,
del mundo que les aísla;
y les aísla del mundo del cual
ya no esperan nada"

Pedro Andrés Álvarez Rico



Hoy en día hay muchas personas talentosas que no se han dejado alumbrar por las opiniones de los demás. Todos llevamos a un artista dentro. Dejad que os dé el sol. Respirad vuestro propio talento, porque cada uno de nosotros tiene algo que dar a este mundo. Y estoy seguro de que es hermoso. 

Gracias por enviarme este pedazo de ti Pedro. Espero que te vuelvas a animar en un futuro. Yo estaré encantado. De artista a artista.

Un fuerte abrazo a todos, hasta mañana.

domingo, 27 de diciembre de 2015

Infinito 24: Confesiones mentales

 Hoy me apetece confesar razonamientos generados por este motor sin frenos que tengo por cabeza. Precisamente, he tenido una conversación de una hora demasiado enriquecedora como para no querer compartirla con vosotros. Aquí van mis confesiones.

- Soy incapaz de no fijarme en todos los detalles posibles de una persona. Para mí, ser empático está directamente relacionado con ser una persona selectiva. Te hace ver lo que quieres, y con quien.

- Somos lo que sentimos. Y lo que sentimos nos define. Y lo definimos expresándonos. De esta manera, somos lo que expresamos, y cómo lo hacemos.

- Todos tenemos un color que pocas personas pueden sentir. Hoy he visto el lila al pensar en alguien a quien le tengo una importancia tremenda. Y dependiendo del color, ese da una idea de nosotros. Sólo lo he visto en dos personas en toda mi vida. Uno lo vi con los ojos abiertos, y este, el de hoy, lo sentí. Sentir un color. Suena raro, ¿no? Es como oler una mirada.

- Creo en el karma, pero no en una fuerza mayor llamada destino. Somos nuestro camino y nuestras decisiones. Tomémoslas con cabeza, y con el corazón. Siempre que alguno de los dos esté en buenas condiciones.

- Soy un principiante en el tema de abrazar el dolor. Apenas lo he intentado por miedo pero, lo he hecho alguna que otra vez. ¿Por qué? Porque creo ciegamente en que el dolor coexiste de forma perfecta con la alegría. Y el sufrimiento con la felicidad. Si una de esas dos cosas falla o desaparece, su polo opuesto se desgastaría con el tiempo.

"Las tormentas son igual de hermosas que un día soleado, pero nos hacen ver otras formas de disfrutar de lo que tenemos. El ruido aprecia el silencio, es su amante. El amor es el amante del odio, uno no puede vivir sin el otro. En cuanto uno desaparezca, el otro se convertirá en ceniza."

David Cañas

 Estas son mis cinco confesiones mentales de hoy. Creo que son suficientes, y que pueden dar algo que pensar a una mente abierta. 

 Y aparte, quiero que penséis en vuestros principios. En por qué estáis donde estáis, y qué queréis hacer con vosotros mismos, si sois tan amables. 

Un fuerte abrazo, hasta mañana


Este montaje, es como si me representara a mí o a lo que creo que soy. Alguien con los pies en la tierra, los ojos en el cielo y la mente en todo el mundo.

Creado por: larafairie

sábado, 26 de diciembre de 2015

Infinito 23: Nuestra huella

 Hoy quiero dedicar esta entrada, además de todo el blog, a todos aquellos que me leen y están aquí todos los días. Es fantástico ver como poco a poco vamos aumentando en número. De verdad, es muy gratificante.

 Pero, desde que soy pequeño no me gusta ser el "centro de atención" ni hacer algo solo para mí, por lo que quiero haceros una proposición emocionante.

 Quiero que esto sea de todos. Obviamente ya lo es en cuanto lo leéis pero, quiero invitaros a que colaboréis y sintáis de otra manera que este blog no es para nada mío, sino nuestro. Quiero que escribáis y promover la infinita sensación de placer al escribir y expresarse.

 No estamos hechos ni vivimos para hacer cosas solos, y muchos menos para nuestro único y solitario disfrute. Es lógico que esto lo hago por mí, pero es para vosotros y para el hombre que seré dentro de veinte años.

"Toma las rosas mientras puedas;
veloz el tiempo vuela,
pues la flor que hoy admiras,
mañana estará muerta."

Robert Herrick

 Mi forma de aprovechar mi vida y coger mis rosas, en parte es desafiándome día a día con este proyecto. Pero soy ambicioso y quiero que todos florezcamos y nos convirtamos en las rosas más hermosas que podamos ser. Una parte del ser humano ansía el poder expresarse; para algo tenemos sentimientos. 

 Si alguien quiere participar, que no dude en hacerlo aquí si lo desea. Da igual el arte que sea, es bienvenido. "Todo es arte visto con los ojos de un artista". 

 Llevo con un pensamiento en la cabeza desde hace un tiempo y es que, quiero ser inmortal. Y lo estoy consiguiendo, ¿sabéis cómo? Escribiendo, dejando una pequeña y débil huella en el mundo que entre todos hacemos más firme y profunda en la arena. Ahora mismo soy inmortal con que únicamente una persona mantenga algo que yo haya dicho en su cabeza. Es la única forma de seguir vivo después de la muerte. 

 Si mañana muero, he dicho a todas mis personas que las quiero. Si mañana muero, he dejado mi huella.

Si alguien se anima, aquí tenéis mi correo: buscandomispasos@gmail.com

Un fuerte abrazo a todos


No conozco al autor de la fotografía

viernes, 25 de diciembre de 2015

Infinito 22: Sentir

 Cómo se puede sentir más de la cuenta. Cómo se puede llegar a un estado físico tan por los cielos. Que puedes tocar las nubes aunque se te escurran por los dedos.

 En qué se basa una mirada. En qué se basa todo lo que siento al mirarte. Duendecillos o mariposas lo llaman, prefiero llamarlo "eso". Por una vez no me apetece poner un nombre a todo lo que siento. Así que esta vez dejemos que "eso", sea lo que me rija ahora mismo.

 Dicen que eres feliz cuando no puedes dejar de sonreír. Prefiero cambiar esa frase:

Digo que uno es feliz cuando no puede parar de sentir

 Y todas las miradas, palabras y risas es lo que me provoca, sentimientos. No es ningún delito. Es simplemente que una gran parte de la gente en este mundo piensa que cuando alguien siente algo por una persona muy rápido, no sabe lo que siente. Cuando una persona después de un tiempo, se sincera, es que no ha pensado bien las cosas.

 Ya mandé fuera de mi cabeza esos pensamientos hace tiempo. Son totalmente desechables. Uno no elige lo que siente, ni de quien se enamora. Sin embargo, uno puede elegir a quien odiar o rabiar. ¿Sabéis cuál es la diferencia? Que el amor es algo natural, y todo lo opuesto a ese sentimiento lo hemos creado nosotros.

 A mí aún me cuesta dar ese paso por "eso", pero no me es complicado decir lo que siento en cualquier momento, en cualquier lugar. El odio es desechable y vuestro amor será recibido con los brazos abiertos por aquellos que sepan apreciarlo. No aceptéis un "no sabes lo que dices" o "creo que estás mezclando las cosas". Cuando alguien quiere a alguien, lo siente dentro del pecho, y es algo que nadie puede desmentir, pero sí lo puede rebatir aquel que nunca se ha atrevido a amar. 



No conozco al autor del dibujo

jueves, 24 de diciembre de 2015

Infinito 21: Varios mensajes

 Qué es la inspiración. Y antes de que alguien piense "cuando metemos aire en nuestros pulmones" eh, ya os paro yo los pies. Pero se me acaba de ocurrir que quiero tratarlo así. Como la respiración.

 Todos tenemos algo o a alguien que nos inspira. Que nos hace sacar lo mejor de nosotros. Y podría decirse que ese estímulo es la inspiración, y el resultado que provoca el estímulo, es la espiración.

 Así que doy gracias por el aire y los estímulos que estoy respirando a diario. Me encanta llegar a casa y en diez minutos saber qué es lo que quiero escribir. Hoy estaba dando uno de mis paseos en el 147 desde el Barrio del Pilar hasta Callao y fue genial. Más de una hora sentado repasando todas las calles que veo cada vez con más frecuencia. Me ha encantado cómo el sol atravesaba la ventana y rozaba mi mandíbula. No me dio en ningún momento en los ojos, fue muy considerado por su parte.

 Estoy en una época de mi vida en la que estoy disfrutando mucho de todo lo que tengo y encuentro. Cosas a las que antes no daba importancia. Personas, a las que antes no daba tanta importancia. Y en vez de molerme con arrepentimiento, prefiero intentar curar la situación con cariño y afecto.

 No estoy seguro de si son estas fechas que me inspiran el alma, o son los recientes cambios y sorpresas que estoy viviendo. Sea lo que sea, por favor, dura más. Me siento demasiado bien, y no añoro para nada las noches llorando en la almohada sin poder dormir a altas de horas de la mañana. Los paseos sin sentido ni motivo. Las charlas vacías y los días de sol gris.

 Estoy preparado para abrazar todo bien y mal que venga. Así que universo, adelante, lánzame lo que quieras, estoy preparado para ti.



No conozco al autor de esta fotografía

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Infinito 20: La magia de la música

Es algo mágico cómo la música puede cambiar todo tu alrededor. Ahora mismo acabamos de parar en Ríos Rosas, en la línea 1 del Metro de Madrid, y me he colocado los cascos para probar una cosa.

 He puesto "Nuvole Bianche" de Ludovico Einaudi y de repente todo ha cambiado. Todo se ha empezado a emocionar y a coger un aire sentimental. La mirada perdida del hombre mayor que tengo delante, y los ojos inquietos de gran parte del vagón clavados en sus teléfonos. Algunas personas que bajaban y subían del metro se daban cuenta de cómo les miraba emocionado.

 Ahora mismo hay una señorita sonriendo hablando por teléfono. Esa sonrisa me resulta más sincera con esta música. Pero la canción se está acabando y poco a poco las emociones se evaporan como las lágrimas de trasnoche. Las últimas notas y las últimas sensaciones.

 El tempo me declara culpable por fijarme en cada detalle de la cara de todas las personas que me da tiempo a observar. Mientras sostengo mi abrigo negro y miro a todos con mis gafas sucias.

 El hombre mayor se ha dormido. Me gustaría saber en qué está pensando. Con qué sueña. Qué música hace eco en su cabeza. Me gustaría tener la misma serenidad que él irradia. Pero el movimiento del vagón le despierta y se percata de mi mirada. No la voy a apartar, aún estoy intentando saber qué estaba pensando. Con qué música estaba soñando.


Dibujo de Almudena del Mazo

martes, 22 de diciembre de 2015

Infinito 19.1: Algo breve

 Quien me conoce sabe que pienso demasiado. Con el paso del tiempo he aprendido a qué darle más importancia, pero hoy o, ahora, me siento débil. Siento que no puedo desechar pensamientos tóxicos, y eso me consume.

 Hay días o momentos como el de hoy o, ahora, en el que siento todo demasiado. Y es terrible porque los días siguientes a un volcán emocional siempre son fríos e incoloros para mí. Es como si no existiera. Y siento que estoy desapareciendo. Consumiéndome por mis propios e incontrolables pensamientos.

 A veces uno sólo necesita un ligero toque de atención que te haga recordar dónde estás y qué tienes contigo. Pero yo no soy esa persona para mí mismo. Supongo que aún no ha llegado nadie capaz de hacerlo. Joder, es que siento cómo mi cerebro se va empalideciendo. Cómo se evaporan mis emociones. Y no quiero volver a ser inerte.

Infinito 19: Capítulo 1, "Crujir de cuellos"

 No podía respirar. O simplemente me costaba tomar una bocanada profunda entre tanta gente, tanto alboroto formado por ese silencio que desquiciaba mis sentidos. No podía ver la cara de nadie excepto al hombre que tenía a mi lado. Lloraba... Recuerdo que su olor era repugnante. Nunca lo digo, por eso es mejor que se quede aquí en mis pensamientos. Pero parecía un mendigo con esa melena pobre y descuidada. Sus manos llenas de arañazos y capas de piel muerta que sólo debías rascar para quitarla. Y lloraba sin importarle estar en el vagón más apretado y claustrofóbico hasta mi fecha.

 Pero entre todas las personas descosidas e inmóviles del vagón, una señora mayor me miraba ojiplática. Con un pequeño tick en el ojo derecho, tensando la barbilla y agarrando su bolso beige. Ya habían jugado antes conmigo a mantenerme la mirada. De una forma u otra siempre he acabado ganando. Antes me gustaba imaginar la vida de alguien según sus ojos y lo que me transmitían. Pero ahora... Ahora me he convertido en un maniquí más de la sociedad. Trabajo y consumo, como todos. He perdido mi rumbo subiéndome al barco de la infeliz seguridad. He perdido tantas cosas... Pero no podía pensar tranquilo, la señora seguía mirándome cada vez más nerviosa provocando una incomodidad que se agrandaba por segundos. Intentaba aguantar...

 No, no podía más. No despegó su vista de mí desde que subí al roñoso y antiguo vagón. Aunque no fuera mi parada, me levanté para salir de ahí lo antes posible. Con voces bajas y tímidas pedía permiso para pasar entre toda la gente que había hasta la salida.

 De repente, el tren se paró en seco. El revés nos dejó a todos por el suelo o, al menos a mí. Las luces empezaron a tintinear unos segundos después de mi caída. Pero todo el mundo seguía inmóvil. Me miraban indiferentes, como si no hubiera pasado nada. En cuanto me pude dar cuenta el metro seguía en movimiento y era el único que parecía haber sentido el seco frenazo. La señora seguía mirándome, y tragué saliva con mi nerviosismo dando paso a mi taladrante agobio. Lo último que vi antes de que se apagaran las luces fue a ella. Mirándome odiosa y rabiosa, agarrando el bolso que... Lo estaba destrozando creando un agujero con sus uñas. Nadie dijo nada cuando se fueron las luces. El ruido de las vías oxidadas seguía siendo real, hasta que volvió la luz.

 Había menos personas. Habían desaparecido. Las luces se volvieron a apagar y encenderse en un rápido segundo. Mi corazón se aceleró al ver que sólo quedaba la mitad de la gente en el vagón. Y otra vez se fue la luz, dejándome solo con la perturbada señora. Se levantó lentamente, como si no le importa que tomásemos una curva que le pudiera dejar en el suelo como a mí. Se empezó a acercar y las luces se fueron de nuevo.

 Se abalanzó sobre mi pecho haciendo presión contra el suelo con sus pequeñas manos.

-No creas que puedes escapar. Él está muy enfadado contigo- Dijo con su voz agrietada y demente - Le estaremos vigilando oh, no se preocupe por eso. Busque los dientes blancos.

 Me levanté rápidamente y al volver la luz, estaba rodeando de la misma gente que había desaparecido. La señora no estaba, pero aún podía oír su voz en mi oído y su aliento en mi cuello. Poco a poco, todos los que estaban en el vagón me empezaron a mirar. Girando sus cuellos incluso de espaldas para clavarse en mis temblorosos ojos. Se podían oír algunos cuellos partirse pero nadie decía nada. Sólo... Sólo me miraban.



Foto por: Agu Jaurena

lunes, 21 de diciembre de 2015

Infinito 18: Qué vale más

 "He aprendido a valorar a aquellos que en vez ocupar espacio en mi mente, se han ganado un hueco en mi corazón" - Despiértame Cuando Oscurezca, David Cañas

 Si pudiera tatuarme esa frase en el culo, creedme que lo haría. Pero es caro y seguro que doloroso.

 En solo un día he sufrido y disfrutado dos sensaciones únicas. Cómo alguien llega a tu vida y abraza tu corazón, y cómo alguien se va desgarrándote el alma. Y eso sí que es doloroso y caro.

 Todo el mundo se merece un tiempo en nuestra cabeza en la que nos preguntamos tantas cosas que el tiempo se nos va por la borda. Llega un punto en el que dedicarle tanto tiempo a una persona en nuestros pensamientos, puede doler. Llevaba tres meses con un gran amigo en la cabeza y un dilema con él. Pero hoy nos hemos despedido y no de la mejor manera. Ha dolido pero, aunque fuera después de nueve años de amistad, un adiós es un adiós. 

 No estoy dispuesto a renunciar a nada bueno que tenga en mi vida. Por ello desde hace tiempo decidí no darle más vueltas a temas relacionados con personas que me traían más mal que bien. Desde entonces me centro en abrazar más fuerte y hacer sonreír a las personas que me dan todo lo que necesito. Porque mientras unos están haciendo bulto en tu cabeza, otros corren hacia ti para rodearte con sus brazos.

 Debemos saber hasta qué punto hay que llevar una situación, y a una persona. Duele, y mucho. Por eso hay que saber qué nos estamos jugando al mantener a alguien dentro de nosotros. Así que, os pregunto: Quién es más importante, más sano: el que ocupa espacio en tu mente o el que se ha ganado un hueco en tu corazón.

 Reciclamos personas durante toda nuestra vida y os prometo que separarse de alguien que quieres puede llegar a deprimirte pero, hay que seguir adelante. No hay que dejar que nadie suponga un ancla en nuestro tobillo. Luchemos por los que siguen a nuestro lado, y dediquemos tiempo a esas personas. Sin olvidar a los que se fueron, simplemente manteniéndoles en la cabeza como todo lo bueno que fueron en su día.

 Un adiós duele. Siempre va a doler. Pero cuesta y vale mucho más un "ahora hablamos" o "hasta mañana". ¿Qué despedida prefieres tú? ¿Qué despedida quieres mantener en tu vida y darle más importancia?

 Sinceramente, estoy bastante mal ahora mismo. Pero sólo necesito pensar en mis personas para no sentirme solo y confuso. Un abrazo lo arregla todo. Es la mejor medicina sin recetar. Por favor, quered aún más a vuestra familia y amigos. Dedicadle el tiempo necesario a cada persona, pero dejadles marchar si es necesario. Vivir, os lo pido de corazón. No dejéis que nadie os quite un tiempo que no se merece. Porque el tiempo es lo único que damos, y jamás seremos capaces de recuperarlo.



domingo, 20 de diciembre de 2015

Infinito 17: Mis fiestas

 Un paseo. Una noche de Otoño que ya se va pareciendo más y más Invierno. El frío por el flequillo y el viento entre mis dedos. Paseando con las hojas marrones volando con mis pies. Las nubes coloreadas en el horizonte con el sol despidiéndose al otro lado de las montañas del norte. Apenas siento su calidez y quiero volver a casa. A acurrucarme entre las mantas de lana y las almohadas de mi sofá. A estar en casa, cómodo. Deseando cada segundo no volver a salir nunca para encontrarme con el punzante frío.

 Una película y palomitas. Momento perfecto en una tarde de Otoño que poco a poco se va pareciendo más al Invierno. No me apetece salir a la calle a ver todos los adornos navideños que cuelgan a altas horas de la noche. Quiero pasar mis propias fiestas entre mis mantas y mi música. Aprovechando estos días de "no hacer nada" para hacer todo lo que siempre he querido disfrutar un segundo más. Supongo que me di cuenta tarde, pero no pienso volver a dejar escapar un momento así. Además, compartirlo sienta más reconfortante y placentero. Quieras que no, uno está bien entre sus mantas y metido en su música, pero compartir todo lo que te gusta con alguien es algo que da más valor a todo lo que amas y quieres disfrutar.

 Quiero pasar mis fiestas particulares rodeado de la gente con la que quiero disfrutar. Rodeado de la gente que quiero disfrutar. Aquellos con los que cada risa dura un segundo más, y las lágrimas no pesan tanto. La familia que escogemos.

 No todos tenemos la suerte de poder pasar estas fechas con nuestra familia. Algunos podemos estar con quienes amamos y nos aman. Nosotros, los que tenemos suerte, aprovechémoslo. Utilicemos estos momentos de tranquilidad para decir cuánto amamos  a quienes llevamos dentro. Y, para los que no tienen tanta suerte, estemos con ellos. No cuesta nada una buena acción, ni unas palabras sinceras. Lo que más me gusta de estas fiestas es la bondad que despierta en las personas.  Seamos bondadosos utilizando como una tímida escusa el año nuevo. Disfrutemos, y aprovechemos lo que nos gusta. Quienes nos gustan.


Estoy intentando que el frío no quiebre tanto mis dedos cuando salgo de casa. Estoy intentando dar lo mejor de mí para quien sé que se lo merece. Porque eso es lo que soy, y eso es lo que quiero ser. Así que ni el frío ni nada podrá pararme, hasta que congele mi corazón.



sábado, 19 de diciembre de 2015

Infinito 16: Mi ruido

 Tengo la suerte de poder ser quien soy gracias a lo que escucho. He tenido la suerte de ser rescatado y calmado muchas veces por la música. 

 A los nueve años, las cosas empezaron a ir mal en casa, y no tenía forma de evadirme. Sería dos años después cuando conocería a una persona que me enseñaría a Slipknot, mi grupo de música favorito desde los once años.

 Hoy he estado hablando con una amiga acerca de por qué es tan importante y significa tanto para mí. Lo más coherente y sincero que pude decir es porque escuchar a Slipknot, es ir a mi refugio. Cuando las cosas iban mal en casa, ellos estaban en mis cascos haciendo más ruido que el que se oía al otro lado de la puerta. Con el paso del tiempo, fueron mis circunstancias exteriores las que parecían sonidos y gritos sin sentido, mientras este grupo iba cobrando más y más coherencia y armonía para mis oídos.

 Ellos fueron los precursores de muchos cambios y formas de pensar en mi interior. Me han sacado de muchos agujeros que no sabía cuan profundos eran, hasta que una vez fuera veía lo alejado que estaba de mi mejor estado de ánimo. Hoy en día soy como soy, en gran parte por ellos. Y creedme que soy una persona tranquila y pacífica.

 Aunque también uso la música y en especial a Slipknot para esos momentos que todos sufrimos, en los que nos enfadamos y queremos arrasar con todo. 

 Un día, hace muchos años, les escuché cuando estaba muy enfadado y de repente, me sentía bien. Con el paso del tiempo me he ido dando cuenta de que cuando les escucho y siento ira o impotencia, ellos se la llevan. Es como si su música fuera un analgésico o cómo sonaría mi enfado en notas musicales.

Sé apreciar y disfrutar de un cómodo silencio por haber vivido rodeado de ruido.
 Sé apreciar una buena conversación por haber gritado tanto, y haber tenido que aguantar voces más altas y fuertes que la mía.

 Somos lo que somos por lo que hemos vivido y por cómo hemos pasado y superado las etapas de nuestras vidas. En las más lentas y opresivas, pude contar con la música o con el "ruido" que dice la gente, para salir mejor que como entré.

 Hoy en día, cuando voy por las mañanas en el autobús a Madrid, si me pongo Slipknot caigo rendido sin remedio. Estoy muy orgulloso de ellos y de mí, y espero que tú también tengas ese apoyo incondicional en tu vida. Aquel apoyo que nunca te abandona y te brinda ayuda si la sabes ver. Sea lo que sea, o quien sea.

 La música es mi respaldo y acompañante de por vida. 
Mi heroína.



viernes, 18 de diciembre de 2015

Infinito 15: Sano y demente

 Se me acaba de descolocar toda la cabeza. Después de volver a ver Shutter Island, una de mis películas favoritas, siempre termino preguntándome si al igual que el protagonista, estoy loco o estoy cuerdo. Si soy un cuerdo en un mundo de locos, o al contrario.

 Pero esta vez ha sido una experiencia diferente con respecto a cómo he acabado la película. Por primera vez con este título, me he emocionado bastante viendo la impotencia y cómo se aferraba el personaje a lo que él cree que es real. Después, el sufrimiento que le destrozó y su aceptación, fueron partes de la película que me han calado muy hondo.

 Ya no sólo me planteo si soy un cuerdo en un mundo de locos, o un demente que cree vivir una realidad absoluta; ahora me planteo hasta qué punto es capaz de sufrir una persona para poder llegar a un extremo en el que puedes perder la cabeza. Crear una nueva realidad para dejar el dolor, la ira y la violencia aparte mientras te mantengas en ésta.

 Supongo que es normal que mi mente no sea capaz de imaginar hasta qué punto una persona puede trastocarse tanto como para llegar a ese contexto. Sin embargo, ahora mismo vuelve uno de mis más consagrados pensamientos. El que me hace ver todo a mi alrededor con la finalidad de plantearme si es real. Si yo soy real. Si mis manos son reales. Si las teclas que pulso lo son. O si incluso vosotros, o mis objetivos y sueños son partes de mi realidad.

 A lo mejor todos estamos locos, quién sabe. Aunque me considere una persona mentalmente sana, un loco cree que soy como él. Entonces, ¿quién tiene razón?

Una persona sana en un mundo de locos, 
es lo mismo que un loco en un mundo de mentes rectas.


jueves, 17 de diciembre de 2015

Infinito 14: No a la violencia

Esto no es para defender a nadie. Esta entrada es un NO a la violencia. 

Supongo que ya sabréis lo que pasó ayer 16 de Diciembre de 2015. No es nada "importante" y seguramente le estemos dando más relevancia de la que se merece pero, me ha sorprendido mucho la reacción de la gente.

 Ayer en Pontevedra, le dieron un puñetazo a Rajoy por la espalda y quieras que no, en su momento estaba rosado pero hoy está morado. Vi a un montón de gente decir "es lo que se merece" incluso "soy fan del tío del puñetazo".

 No contemos con quién es ese tipo (acabo de leer que es pariente de la esposa de Rajoy) sólo veamos lo que ha pasado. Violencia. Es violencia y alboroto. Y parecíamos tontos ayer hablando de este tema.

 Muchos salieron con fotos de mozos de escuadra moliendo a palos en la calle a ancianos respondiendo a aquellos que como yo, decían que les parecía horrible lo que había ocurrido. Pero no nos entendamos mal amigos. Ambos casos son violencia. Y es igual de horrible.

 Entiendo que muchos piensen que se lo merece pero, ¿quienes somos nosotros para decidir lo que se merece alguien? ¿Acaso nos gustaría que alguien nos dijera lo que nos merecemos? Sea verdad o no nuestras palabras o las de los demás, dejemos que el tiempo y la ansiada ya justicia ponga a cada uno en su sitio.

 Alentar y dar difusión a un acto de violencia como el de ayer me da pena. Es normal que la gente le diera mucha caña en las redes sociales. Muchos odian a Rajoy por cosas que presuntamente ha hecho, mientras que para mí, ese hombre no es más que una piñata. La gente le muele a palos e insultos, como ayer, como todos los días, mientras le pagan y seguramente él pensará que se está sacrificando o está luchando por algo bueno. Pero en su realidad, naturalmente ve las cosas claras y justas.

 Lo que han conseguido con estos es que los que van a votar al PP odien más a los de izquierdas, porque seguro que piensan que el agresor pertenece a algún partido político con esa ideología.

 Las redadas están mal, las agresiones están mal, lo de ayer de Rajoy estuvo mal. Nuestro país está mal. Intentemos mejorarlo.

 La violencia no tiene justificación. Sea a quien sea, en cualquier lugar de este mundo.



No conozco al autor de la fotografía

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Infinito 13: Dos palabras

 Sólo dos palabras. Un puñado de letras que te atraviesan el corazón. Y sin esperártelo, caes sin más en un fino pero profundo hoyo de noches en vela, y cafés que no se acaban.

 Cómo se puede pasar de estar mejor que nunca con una persona, a que todo eso se rompa con dos palabras. Un maldito puñado de letras...

      - Eres demasiado -Dijo ella sin mirarle a los ojos
      - ¿Desde cuando eso es malo? -Preguntó el chico confuso
      - Desde que siento que nunca voy a quererte ni la mitad de lo que tú me podrías querer a mí -

Estaba dispuesto a amar tus defectos más que a cualquier otra cosa. De verdad que quería hacerlo... Porque en tu retratada imperfección eras perfecta para mí. Como ese primer beso mientras comía, para que no pudiera devolvértelo. Esas miradas a destiempo mientras paseábamos. Los masajes que nos hacíamos en mitad del césped. Cómo lo echo de menos... Te echo de menos. Y sé que no voy a poder volver a lo que teníamos, pero entre todo el dolor se sigue viendo hermoso.

 Este corazón que por poco acaba siendo tuyo, te desea lo mejor. De la forma más sincera que te puedas imaginar. Ojalá nos reencontremos en un futuro y podamos volver a ser los amigos que fuimos antes de pisar el acelerador en nuestra solitaria autopista. 

 Fuiste un hermoso viaje y una hermosa compañía. Espero que te vaya bien. Yo intentaré seguir por mi carretera. Aunque ahora voy más lento, intentando ver a alguien que quiera compartir su viaje conmigo. Porque ahora voy sin copiloto. 



Debo reconocer que me ha hecho gracia... Fuente: www.paredro.com

martes, 15 de diciembre de 2015

Infinito 12: Tenebris, el hermano de la luz

Érase una vez
Fuere donde fuere
Una pequeña mancha en el mundo que nació junto a la luz
Con el paso del tiempo, todos le llamaban como el parásito de todo lo que iluminaba el mundo
Nadie quería saber nada de él

Pero un día, todo lo hermoso del universo se dio cuenta de que las cosas no estaban yendo bien
Los seres humanos que apenas llevaban unos siglos en la Tierra
Se empezaron a preocupar más de la cuenta
Y a llorar cada vez que estaban solos

Inventaron el sueño como remedio 
Pero no llegó a funcionar como ellos habían pensado

Todo lo que iluminaba el mundo adquirió el nombre de "lux" puesto por los primeros pensadores
Pero nunca supieron cómo llamar a la nada
O al vacío que hoy podemos nombrar
Al color que vemos cuando cerramos los ojos

La luz decidió llamar a su aún pensado parásito para que intentara hacer algo
Pues este color que veían los humanos era muy parecido al de su forma, su cuerpo

Una vez pudo volar por el manto del cielo, le dijo a la luz que ya no le necesitaba
Que ahora él también podía descansar

Cubrió el cielo de negro, como su cuerpo, su forma
Agrandó su mancha dejando que el sol desapareciera lentamente mientras dejaba unas lágrimas rosadas en las nubes
Pero los hombres comenzaron a asustarse por no ver nada
No entendían por qué sin mas, la luz se había ido
Sin embargo, empezaron a sentirse muy cansados, sólo queriendo dormir

Entonces la mancha bajó desde el cielo, arropando con sus brazos a todos aquellos al borde del sueño
Les dio ese pequeño empujón para dormir y olvidarse de todo aquello que veían por la luz

Al poco tiempo le llamaron "tenebris" , hasta que entendieron que esta mancha no era tenebrosa
Ni albergaba seres así
Unos pocos acabaron entendiendo que lo único que quería era que descansáramos de la luz
De nuestros problemas
De nuestros miedos a plena luz del día
Incluso ayudó a la luz a no tener que estar todo el tiempo en todas partes

La oscuridad nos arropa por la noche  para darnos pie al descanso, al olvido temporal
Y no penséis que ésta es mala
Tenemos pesadillas con los miedos que vemos e imaginamos día a día
Ella sólo quiere que descansemos de estar despiertos
Que nos sumerjamos en un mundo que no tiene nada parecido con el que vemos teniendo los ojos abiertos
Un mundo donde no hay nada tenebroso ni oscuro
Más allá de donde nos permitamos soñar



No conozco al autor de esta fotografía

lunes, 14 de diciembre de 2015

Infinito 11: Cambiar tu mundo

Para cambiar tu mundo, primero hace falta saber quién eres
Y qué eres capaz de hacer

Cuando alguien me dice que mi opinión no es válida, sonrío y asiento
Porque sé que mientras yo sigo por mi camino, él se quedará atascado en el suyo

Todos queremos lo mismo, vivir bien y vivir tranquilos
Pero no todo el mundo pagaría el mismo precio por ello
Muy pocos pensarían siquiera en sacrificar una parte de si mismos
La verdadera pregunta es, ¿tú qué serías capaz de hacer para conseguir tus objetivos?

Qué estarías dispuesto a hacer para cambiar el mundo
Tu mundo
Tu presente
Tus posibilidades

Hay quien me ha dicho, literal: ¿Para qué te haces todas estas preguntas?
Quien me conoce sabe que pienso demasiado y hace mucho que me lo tomo como un cumplido

Dejemos a un lado la frase: ¿Qué mundo quieres dejar a tus hijos?
Ahora mismo eres tú el que está aquí y, como cada vez digo con más frecuencia:

Eres la única persona con la que vas a vivir toda tu vida

Piensa, sonríe y asiente si hace falta; pero sobretodo recuerda que todos queremos lo mismo:

Vivir.

Y eso conlleva tragar mierda y sostener los terremotos que mucha gente va a generar a tu alrededor
Pero eres fuerte, y cuando uno lucha por algo hermoso, no hay quien le pare

Respetar a los demás es la mejor manera de conseguir respeto
Escuchar es la mejor manera de que acabes siendo escuchado
Luchar es la mejor manera de que más gente sienta tu sacrificio y vean que pueden hacer lo mismo

Vive. Cambia tu mundo.



No conozco a la fuente de este montaje

domingo, 13 de diciembre de 2015

Infinito 10.1: Racismo

 No lo entiendo... De verdad que no puedo entender a alguien que justifica ser racista. Que justifica todo lo que cree que lo respalda. No puedo entender que digan que en realidad no son racistas, que es una cuestión de supervivencia. ¿Supervivencia a qué? ¿A quién? Si quieres sobrevivir a la muerte, eres un necio. ¿Supervivencia ante un ser humano igual que tú? Estúpido. Algunos racistas, o gran parte de ellos, creen que en este mundo hay razas superiores. Dejad que os diga una cosa: la única raza superior que existe es la que desecha el racismo en una bolsa junto a todos los que lo apoyan y lo fomentan.

 Porque la vida y la muerte no entienden de color de piel, religiones o costumbres. La vida entiende de decisiones, acciones y compromiso.

 Pertenezco al grupo de pensadores que no aguanta la opresión por la ignorancia. Pertenezco al grupo de personas que quieren luchar con amor contra el racismo.



No conozco al autor de esta fotografía

Infinito 10: Tranquilidad

 Las frías calles de Invierno. Temblar como un títere por un viento que llega y roza tu piel aun con el abrigo y la bufanda encima. Y me encanta.

 Me encanta pasear por barrios solitarios con callejones que esconden tiendas antiguas con personas extrañas. Librerías haciendo esquina con un bar desecho mientras compartes acera con una sola persona hasta el final de la calle. Andar de manera que puedes disfrutar de tu particular retiro en la ciudad.

 Y me encuentro frente a una calle larga, viendo todo lo que me queda por andar dejando que mis pies me lleven a donde mi curiosidad dicta. Disfrutando del número de personas suficientes junto al necesario nivel de ruido que no te haga perder el hilo de tu pensamiento sin fin.

 Me gustan las ciudades, pero no todos sus lugares. En esta vida me gusta disfrutar de lo que hago y de la tranquilidad que dispongo para hacerlo. Como cuando estoy escribiendo. Me da igual dónde, si estoy cómodo las palabras salen por si solas. Como ahora mismo en esta interminable calle ante mis ojos, con ganas de seguir adelante hasta toparme con el próximo detalle que mi mirada descubra.

 Suelo decir que me gusta buscar lo bueno dentro de lo malo. Quizás, lo bueno que encuentro dentro de las multitudes es poder apreciar partes de las ciudades donde uno puede estar tranquilo con sus pensamientos. Es mi pequeña y controlada dosis de droga que necesito cada cierto tiempo. Supongo que todos lo necesitamos, de alguna manera, ¿no?


Foto por @Covi_alvarez

sábado, 12 de diciembre de 2015

Infinito 9: Silencio

 Silencio. Música. Caos. Silencio.

Pienso en la maldecida mañana que he pasado sin apenas tener un rato en el que poder respirar. Tanta gente a mi alrededor luchando sin saberlo por una bocanada de aire que no estuviera contaminada. Qué diablos... No me gusta la ciudad. Me pongo nervioso, me estalla la cabeza. Mi música es menos ruido que todo el que oigo por la calle. 

Demasiadas miradas imprevistas y pensamientos deliberados. Me siento una fina y débil aguja en un pajar que se va del Metro al ver cuánta gente hay en el vagón que pretendía tomar. Subo las escaleras esquivando a gente con tanta prisa que no les importa arrollar sin unas disculpas a quien se ponga entre ellos y un hueco. 

Cuando era pequeño no me gustaba la ciudad, ahora menos. Cada vez que vengo solo, me empieza a doler la cabeza tan intensamente que debo pararme en cualquier callejón a tomar un respiro. Y es que la multitud no se aleja vayas andando o bajo tierra. Tampoco cerrando los ojos. Ir en un autobús que juega a ver cuántas personas caben entre otras Es desastroso, agobiante, claustrofóbico. 

Y en eso se resumen mi días de expedición por el centro de Madrid. Los cuales intuyo que no van a persistir durante mucho más tiempo. 

Mi día empezó en un silencio en mitad de la habitación al despertar.
Siguió con música en el autobús.
Después, caos en el ajetreado corazón de la ciudad.
Y terminó con mi vuelta a casa. Culminando en un precioso silencio bajo las intermitentes luces de las farolas en la autopista. Con la oscuridad de la noche cernida sobre mi paisaje, dando pie a mis sueños y pesadillas para llenar mi cabeza una noche más.


Foto por @YaneAwesome

viernes, 11 de diciembre de 2015

Infinito 8: La moneda de oro

Érase una vez
En un lugar sin color ni sonidos
Una hermosa moneda de oro que había nacido en el corazón del planeta
Este resplandeciente pedazo de metal fue creciendo y creciendo
Conoció a mucha gente pero, nunca notó sentirse complementada
Se sentía rara viendo tantas monedas de plata y bronce junto a largos y arrugados billetes
Empezó a pensar que se sentía mal por su culpa
Ya que no llegaba a estar a gusto con nadie, y ninguna moneda o billete podían hacerla sentir como ella era, de oro
Con el tiempo se fue ensuciando, pensando que realmente no valía nada
Por cosas que le decían los demás, y por otras cosas que ella se decía a si misma, y se acababa creyendo
Un día paseando bajo la lluvia, se miró las manos
Y éstas ya no reflejaban el cielo ni el arcoíris
Pues estaban marrones y sucias como todo el que pasaba a su lado
La moneda de oro no entendía por qué ya no brillaba ni reflejaba las cosas bonitas que veía
Se sintió triste, y acabó asumiendo que si ahora no era de oro, era por su culpa
Sin embargo, un día mientras estaba sentada en ninguna parte en cualquier momento, apareció un viejo billete arrugado
Le dijo ante su mirada apenada que a él le hubiera encantado ser una moneda
Porque son fuertes, y aunque nadie lo sabe, valen mucho
Porque los billetes tienen grandes números y detalles en ellos pero, se arrugan con facilidad
Y nunca consiguen volver a estar igual de tersos
El viejo y arrugado billete se levantó para dar un abrazo a la triste moneda de oro
Cuando se separó, de repente vio cómo ya no tenía las manos marrones
Y reflejaba el sol que se abría paso entre las nubes grises
Así fue como el billete, con todo lo que cubría el cuerpo de la moneda dijo:
"No pienses que por estar embarrada eres menos hermosa. Porque siempre dentro ti y aunque no lo veas, serás de oro"



No conozco al autor de esta fotografía

jueves, 10 de diciembre de 2015

Infinito 7: Vuelta a casa

Con el paso del tiempo, uno puede acabar deseando vivir nuevas experiencias alejado del entorno que ya se le ha repetido tantas veces, tantos días. Es algo lógico. Todos queremos saber de qué somos capaces y ponernos a prueba mientras oteamos el nerviosismo y miedo por bandera ante nuevas experiencias. Porque si somos sinceros, por mucha ilusión y espíritu entusiasta que llevemos dentro, siempre albergamos un poco de temor dentro de nosotros. Y es en realidad lo que nos impulsa. Nos ayuda a avanzar y a vivir.

 Pero nadie me dijo cuál iba a ser el precio. Nadie me dijo que iba a echar tanto de menos a mi familia. Que llegaría un punto en el que no pudiera recordar cómo era mi vida allí. Se me hace raro, demasiado… Hace nada estaba deseando irme y ahora estoy desesperado por darle un abrazo a mi madre. Reírme con mis hermanos y ver a mis amigos. Pero ya sabéis lo que dicen, cuando uno vive malas experiencias, aprende a valorar las cosas buenas. No quiero decir que esto sea algo malo. Más bien, me ha ayudado a darme cuenta de lo que tenía todos los días conmigo y no supe aprovechar y valorar.

 Voy a volver dentro de poco y estoy que ando por las paredes. Me apena tener que irme pero, voy a volver a casa. Ahora mismo decir eso es perfecto para mí. Doy las gracias por haberme dado cuenta de esto ahora, y no un día más tarde. Pienso disfrutar de todo lo que he echado de menos hasta agotar la última lágrima, beso y abrazo. Porque para eso está la familia y los amigos. Para indicarnos dónde está nuestro hogar.



miércoles, 9 de diciembre de 2015

Infinito 6: Hoy es otro día

 No quieres hablar, ya sabes lo que te van a decir. Sabes que no puedes conseguir que lo inevitable empape tu día a día. Sabes que tarde o temprano las mismas preguntas y reflexiones que un día te hicieron perder la cabeza volverán como esos recuerdos que intentamos desechar.

 Y me siento débil. Pequeño e inexistente. Ojalá hubiera una medicina que además de calmar el dolor de cabeza, hiciera que todas las preguntas existenciales formadas por un "por qué" se fueran como vinieron, sin avisar.

 Hoy me he sentido muy poco yo, y mucho mis preguntas. Incapaz de encontrar una solución que ya intenté descifrar en su día y sin éxito, entré en una espiral. Y cada vez estoy en lo más profundo de mi ser, donde la luz es  más tibia a medida que me hundo y dejo de sentirme. Todos mis talentos se van y me absorben los miedos que carcomen mi cerebro. Dormir ya no es un remedio, y el café no me relaja. Ni siquiera recostado, acurrucado y triste bajo mis sábanas encuentro consuelo, o una respuesta que me haga cerrar los ojos sin tener que pensar en qué tengo que hacer con mi vida. Conmigo mismo. Porque ayer estaba bien, pero hoy... Hoy es otro día.



No conozco al autor de esta fotografía

martes, 8 de diciembre de 2015

Infinito 5: ¿Debería moverme?

 Gente gritando. Personas gritando en mitad de la calle. He tenido que salir de mi casa. Salgo corriendo confuso y aterrado intentando buscar en la calle una respuesta a tales sensaciones. Sin embargo, lo que encuentro no solo sobrepasa la línea entre el terror y la ignorancia, sino la de la vida. La ceniza vuela como la nieve en una tormenta de Invierno. La Luna se va tornando a un color rojo cada vez más intenso con cada grito. Cuesta andar. Todo está desordenado y derrumba las paredes de mi cabeza. El fuego derrite mis retinas, su ruido al engullir edificios y carne hace sangrar mis oídos. Oigo cómo unos aviones pasan por encima de nosotros. Se dirigen a otra ciudad. A los pocos segundos veo una intensa luz a lo lejos, seguido del sonido más seco y violento que he oído en mi vida. Y, parado en mitad de la calle soy incapaz de moverme. Me piden ayuda pero no puedo mover un dedo. 

 Por qué estaban atacando mi casa, a mi gente, si nosotros no habíamos hecho ningún mal a nadie. Por qué tendré mañana que recoger cadáveres entre escombros. Por qué no voy a poder volver a conducir ahora que mi coche arde en la otra acera. Por qué. Responderme por qué y haré lo que me digáis. Lo prometo. Mientras tanto, no puedo evitar compaginar odio y terror en mis huesos. No puedo evitar sentir cómo engullen cada pizca de mi alma ante algo, una situación que directamente, no entiendo. Esta noche recogeré cuerpos y a lo mejor me encuentro a mí mismo muerto en una calle cualquiera. Pues el rostro que veo en todos es el de una persona asustada e inocente sufriendo las consecuencias de personas con traje y corbata. Los mayores ladrones de la historia. Ahora juegan a robar nuestras vidas mientras nosotros no podemos hacer nada. Qué deberíamos hacer… ¿Ir a sus países y provocar atentados?  No… No me rebajaré a su nivel. 

 Yo esta noche no he perdido a nadie, porque no tengo a nadie que perder. Sin embargo, he perdido una parte de mi alma que se la ha comido el dolor. Me asusta saber que alguien que haya perdido a una persona, sí esté a favor de crear temor y derramar sangre por venganza. Me deja sin respiración… ¿Debería moverme? Para qué, si ya estoy muerto.





No sé quién es el autor de esta fotografía, pero me encantaría saberlo

lunes, 7 de diciembre de 2015

Infinito 4.1: Eres

Es una sensación parecida a deslizar los dedos en las cuerdas. Sentir cada hilo rozar tu yema en una interminable y perfecta nota que precede a otra, a otra, y a otra.

Es una sensación parecida a pestañear rezando por que las vistas cambien cada vez que lo haces, deseando que esa persona esté en cada uno de los paisajes que te puedas imaginar. Hasta que me doy cuenta de que no necesito crear un mundo nuevo enfrente de mí porque un paisaje cobra belleza si tú estás en él.

La noche no es tan oscura si te miro a los ojos. El silencio no es tan profundo si oigo tu voz.

Eres mi paisaje favorito en una realidad en la que no quiero cerrar los ojos para no perderte de vista. Porque todo viene y va en instantes que nos perdemos pestañeando. Querría saber cuántos segundos de nuestra vida se nos escapan haciéndolo. Pero tú… Tú te salvas de esto. Tengo la suerte de poder verte aún con los ojos cerrados. Supongo que será porque en cada cosa que pienso estás tú.

Eres mi enfermedad, alivio y diagnóstico. Cómo podría dejar de amarte. Cómo podría dejar de pensar en ti como si estuviera hablando con el amor en persona. Alguien cálido sonriendo, amable mirando y comprensible escuchando. No todo el amor que existe se centra en caricias y abrazos. El amor más profundo y sincero se esconde en las miradas que nos dedican cuando no nos damos cuenta, y en el silencio entre las palabras que decimos. Aún estoy intentando verte sin mirarte a los ojos, y escuchar tus silencios con atención. Para poder ver en tus ojos todo lo que ves en mí, y oír en tu silencio lo que piensas.

Eres mi estrés y mi café. Como una manta de lana en invierno por las noches me arropas con tus brazos. Consigues que el frío de la habitación no pase entre nosotros. Noto tu pecho agrandarse contra el mío, respirando. Sintiendo cómo vacías tu cuerpo en una fina y silenciosa respiración que roza mi cuello.

Eres mi llanto y mis lágrimas. Un abrazo en el que rodeas mi cuello con tanta fuerza que el dolor se escabulle pidiendo disculpas por mis sollozos. Mi corazón aminora y mis músculos se relajan. Unos segundos perfectos en un lugar cualquiera. Es lo que creas. Eso es lo que siento.

Mi sonrisa y mi único motivo. Quiero creer que todos nos refugiamos en la sonrisa de la gente que nos quiere. Tengo la suerte de verme en la tuya con cualquier chiste malo que digo. Cada vez que digo lo guapa que estás en cualquier momento, en cualquier lugar.

Mi condena y libertad.

Eres mi mundo en la realidad que veo cuando estás delante de mí, y mi paraíso cuando cierro los ojos.


No conozco al autor de la fotografía

Infinito 4: La vida son tres días

Con el paso del tiempo uno va reciclando cosas, reciclando personas. Puede sonar mal si quieres que así sea pero, es algo que hacemos durante toda la vida. Me incluyo en la lista de personas que tenía un montón de amigos en el instituto y cuando se fue, los pocos amigos que tenía eran los que no estaban en el instituto. Vivimos situaciones que nos hacen cambiar y esto hace que las personas de nuestro alrededor decidan acompañarnos en este cambio o irse. Antes entendía este concepto de “irse” como algo malo pero, somos millones de personas en espacios muy pequeños. Tarde o temprano encontraremos a las personas que nos quieran acompañar en cada cambio. En cada recaída y cada cuesta arriba. Lo bueno de reciclar directa o indirectamente es que te das cuenta de quien realmente es tu amigo, y quien fue una máscara ante tus ojos porque seguramente no tenía otra opción.

 Todos cambiamos. A veces retomas amistades que una vez dejaste de lado por las diferencias que fueran, y te sientes genial. Ambos habéis madurado y os volvéis a sentir incluso mejor que en esa relación pasada. Pero algunas personas no cambian y no tenemos por qué llevarlas a nuestra espalda. Cada vez digo más que nosotros somos la única persona con la que vamos a vivir toda nuestra vida. Usemos la cabeza y decidamos quién es mejor para nosotros. El que se ha quedado a nuestro lado en los peores momentos es el que vale la pena. El que a pesar de todo te ha ayudado, vale la pena. Ese hombro que vendrá si le llamas, vale la pena. El que te hace sentir bien, también vale la pena. La vida son tres días. En cada uno amamos, lloramos y dormimos. Yo, ahora mismo, tengo decidido con quien quiero amar, llorar y dormir cada día, ¿y tú?



No conozco al autor de la fotografía

domingo, 6 de diciembre de 2015

Infinito 3: Maestro y profesor

 La imagen del maestro está demasiado descentrada en nuestra sociedad. Y antes de que siquiera indague un punto y seguido más, debo decir que hay personas que también están lo suficientemente desubicadas como para dedicarse a algo que creen que es vocación, y en realidad es comodidad. Uno de los mayores delitos que hay. Se planteó hace unos años la idea vanguardista pero nunca tomada en serio, de realizar tests y pruebas a adultos que quisieran tener hijos, para determinar si serían unos padres adecuados para lo que una nueva vida, responsabilidad personal y social representa. Esto sí se puede aplicar con respecto a lo que uno quiere dedicarse, mediante la selectividad y sus notas mínimas para cursar una carrera determinada. Y es que la carrera de magisterio tiene una nota demasiado baja para lo que se le va a preparar a una persona.

 Hace poco, visité a una antigua profesora de Literatura para tomar un café, y le acompañé a recoger a sus hijos. Me los presentó y me sentí muy raro. Por extraño que parezca y mal que pueda sonar, me di cuenta de que los profesores y maestros, también son personas. Su tarea es ayudar a sus alumnos a encontrar el camino correcto según las pautas más coherentes. Su tarea es no dejar que se desplomen. Y esto influye en cualquier curso, a cualquier edad. Es la profesión de la educación con la implacable y tremendamente responsable tarea de crear personas, y formarlas. Y, ¿qué es lo que ocurre con todo esto? Que no todo el mundo está hecho de la pasta requerida. Y no pasa nada, no es malo ni es su culpa.

 Mucha gente escoge esta profesión por simplemente, hacerlo. Porque es sencilla, pueden pensar. Gran error. Tienes la responsabilidad de crear y moldear mentes. Puedes crear un batallón que si les influyes lo suficiente, te seguirán. Hay quien ya lo ha hecho. Este poder de profundizar en la mente de un alumno es un don que pocos tienen, y muchos desconocen.

 He tenido la suerte de tener al menos tres profesores así en mi vida. Pero hay quien no ha tenido ni uno, por lo que su carácter y educación han sido mermados indirectamente sin siquiera tener la opción de agrandar y curtir sus pensamientos por un buen mentor. Cuánta gente ha crecido en escuelas con profesores que no les motivaban. No les enseñaban a superarse a uno mismo y alcanzar sus objetivos. Cuántos alumnos se han desanimado por tener un profesor que no les presta atención, ni se interesa en ayudarles. Es triste, pero ocurre a diario.

 A pesar de esto, no somos menos almas pensantes nacidos de su esfuerzo y pasión. Mi trabajo, como el de todas las personas como yo, es intentar guiar y ayudar a todo aquel que lo necesite y nos permita hacerlo. Porque cuando no hay suficientes maestros vocacionales, somos los alumnos que una vez tuvieron, motivaron y moldearon, los que nos dedicamos a guiar a los que un día, fuimos nosotros.



Película "El Profesor" que me inspiró para escribir esta entrada. Recomendada al 100%

sábado, 5 de diciembre de 2015

Infinito 2: Empatizando frustración

Es ese preciso instante en el que lo único que puedo hacer, es no hacer nada. 
Apretar mis puños, mis dientes. 
Morderme un labio anclando los pies al suelo mientras mis piernas quieren salir corriendo. 
Estoy cansado de tantos intentos. 
Pequeñas y efímeras ilusiones que me hacen creer que algo grande puede surgir de algo pequeño. Pero este mundo no es humilde, y apenas generoso.
 No quiero formar parte de ello pero tampoco quiero rendirme. 
Hay un lugar para mí y un sitio donde puedo demostrar lo que valgo. 
Pero ahora mismo, estoy cansado. 
Mi cuerpo quiere dormir mientras mi mente me fuerza para no hacerlo.
 Un cúmulo de emociones crea un vendaval dentro de mí acabando en una lenta e intensa frustración que se esparce desde mi pecho al resto de mi cuerpo. 
Y desearía no estar cansado. 
Tener las fuerzas necesarias para levantarme creyendo que un nuevo intento podrá marcar una nueva diferencia. 
Pero nada es nunca como queremos, y las vidas sencillas no están hechas para personas como yo. Tomamos los caminos difíciles porque los fáciles ya los ha obstaculizado alguien poniendo un cartel de "se necesita experiencia". 
Mis circunstancias y yo, no nos llevamos bien. 
Discutimos a menudo y tampoco me genera ninguna paz. 
Pero ahora aprecio más un descanso. 
Un domingo en la cama, o una siesta un día cualquiera. 
Sé que no soy inútil, y que sé lo puedo demostrar a quien me ha dicho lo contrario. 
Pero antes que nadie, voy yo. 
Ahora me levanto por mí, y mañana también. 
Confío en que el esfuerzo se paga con la moneda más cara; una recompensa que yo sienta merecida. Porque la desesperación, la frustración, no se compensa con dinero. 
Se compensa, se apaga, sabiendo que todo lo que hice, al final valió la pena.



No conozco al autor de esta fotografía