Ahora mismo leyendo: Yesterday y mañana de Mario Benedetti

viernes, 27 de mayo de 2016

lunes, 23 de mayo de 2016

¿No os preguntáis cada noche si el mañana puede estar escrito en alguna parte?

martes, 10 de mayo de 2016

espacio

No te vayas muy lejos, por favor. Es lo único que te pido. O al menos déjame sentirte cada vez que mire al cielo y piense en ti; déjame sentir que estás cerca. Que lo que vivimos nunca morirá ni aunque nos separen miles de kilómetros. Porque te echo de menos.

No hay espacio donde pueda guardar mi pena ni mi amor por ti. Así que señala una estrella antes de partir y mírala cada noche, yo lo haré y pensaré en ti. En algún punto del espacio, nuestras miradas deberán cruzarse.

sábado, 7 de mayo de 2016

yuju

No tengo la cabeza en su sitio. Segundos que me han marcado se repiten en bucle continuamente dentro de mi cabeza. Segundos que he odiado, emocionado, hecho completamente feliz...

Ahora lloro con cualquier película que me roce la patata aunque sea un poco. Porque en cuanto me siento vivo los sentimientos afloran gracias a ese estímulo, y ahora iré a dar un paseo.

Dentro de una hora y doce minutos cumplo diez y nueve años. Yujuuuuuuuu. Y me apetece empezarlo paseando, con música y repasando estos segundos que se agarran con tanta fuerza a mi día a día.

Buenas noches.

viernes, 6 de mayo de 2016

Fuera de mí

Cuando era un poco más pequeño iba por la calle y me preguntaba por qué algunas personas andaban cabizbajos. Pensaba que estarían dando vueltas y vueltas a sus problemas o que estarían muy metidos en algún pensamiento. Y hoy he sido uno de ellos.

La cabeza me pesaba, las lágrimas que reprimía más todavía. No tenía ni siquiera fuerzas para mantener la cabeza erguida. Ha sido frustrarte... No he podido ver a nadie a los ojos.

Hoy he sentido la tristeza de una forma mucho más profunda, y me abate. Sin darme cuenta aparezco en el cuadrilátero de la existencia y me toca enfrentarme a mi conciencia. Y esta noche soy capaz de dejarla KO o hacerla entender que siempre hay varios puntos de vista. He pasado tantos años luchando únicamente contra ella y a veces venciendo, que no me esperaba mi nuevo contrincante: la pura y dura realidad.

Ni siquiera he podido asestar un golpe. Cuando me dejó en el suelo, abrió mi pecho con su persistencia y se introdujo dentro de mí. Ahora la llevo dentro y está soltando los amarres de asuntos que tenía controlados como el amor propio o la nostalgia.

No hay ayudante en la esquina del 'ring', tampoco hay agua ni fuerzas. Me dejo arrastrar y mi pecho estallar. Porque llevo dos días con esta sensación constante, de sentirme más fuera de mí que nunca.

miércoles, 4 de mayo de 2016

Día

Cuando me digo que tengo tiempo me engaño a mí mismo. Lo único de lo que dispongo es de una nueva excusa para no hacer nada que tenga pensado. ¿Por qué me será tan complicado?

Ahora me dan miedo las alturas, no la posible caída. Me da miedo llegar alto con mis objetivos y darme cuenta de que no soy lo suficientemente bueno como creía, o como creían en mí. Es un miedo absurdo pero es real, y lo siento dentro de mi pecho.

Hoy estoy triste; de alguna forma me he despedido y junto a los ajos no hay cosa que menos me guste en este mundo.Hoy ha sido un día triste y me siento mal. Tampoco entiendo por qué.

Se cierran puertas y se supone que aparecen más para que sean abiertas. Pero, ¿ya estaba ahí o las he puesto yo? Esa es la pregunta.

Verás, me da miedo apostar por mí y no tener el número ganador. En los últimos años me he cerrado tantas puertas que ahora me asusta quedarme en un pasillo que cada vez se estrecha más, con todas las puertas cerradas y sin tener la llave. También es verdad que cada día me abro más y me esfuerzo por crecer, pero hoy es un día triste.

Hoy no ha sido un día que querría haberme ahorrado. Simplemente, mi corazón llora, y las lágrimas humedecen cicatrices.

viernes, 29 de abril de 2016

Noches.

Voy a intentar no derrumbarme; al menos no hoy.
El amor propio se paga con moneda propia, y sale del corazón.
Es dolor con lo que pagas a tu respecto y conciencia.
Y no hay mayor pena que el vacío por un amor propio que no cobras, ni aprovechas.

jueves, 21 de abril de 2016

Los extremos

Este es un buen momento de mi vida y gracias a ello, puedo echar la vista atrás sin demasiadas agujetas. Lo que veo cuando miro al pasado son momentos no tan buenos como el de ahora, dándome cuenta de que nunca he tenido razones suficientes ni motivos necesarios para quejarme de mi vida. Tengo una vida de.puta.madre.

No, no es sarcasmo; es así.

Estoy sano aunque ahora mismo sea algo de lo que se pueda dudar.
Mantengo mi cerebro despierto y activo cada día del año.
Tengo una familia que lucha por estar unida.
Amigos que me cuidan y se preocupan por mí.
Proyectos en los que volcarme.
Gente a la que prestar apoyo.
Agua caliente.
Un grifo del que sale agua.
Luz.
Ropa.
Una educación.
Sentido común.
Empatía.
Perdón.

Tengo una vida muy buena por simplemente vivir donde lo hago y no en Siria. Tengo una vida extraordinaria por poder expandir mis ideas y verme dentro de unos años creciendo y creciendo, ya que no soy un niño militar. Tengo una familia preciosa, porque no los ha matado una bomba.

Puede que parezca muy extremista o algo parecido, pero si de algo me he dado cuenta estas dos últimas semanas montando un nuevo proyecto, es que la realidad es extrema. Las personas sólo empatizamos cuando nos ponen ejemplos extremos y es ahí cuando pensamos que se han sobrado.
Pues no.

Nuestro mundo es cruel, duro y frío; al igual que cálido, esperanzador y brillante. Como dijo Sirius Black, todos tenemos luz y oscuridad en nuestro interior -aplicadlo al mundo y con las cosas buenas y malas que tiene- la cuestión es que parte queremos potenciar.

Me despido aquí. Cuidad a vuestra a vuestra familia y de vosotros mismos. Un abrazo.

viernes, 15 de abril de 2016

Qué hacer

 Verás, hoy querría hablar sobre algo especial, pero antes déjame ponerte en contexto:

 Estoy seguro de que conoces esa sensación en los huesos de sentirte bien, que hoy has hecho algo bueno y por mucho que te duelan las rodillas y se te cierren los ojos, en los más profundo de ti sabes que hoy ha sido un buen día.

 Estaba en la ducha y pensé acerca de las casualidades. Cómo nuestras vidas se basan no en decisiones difíciles ni accidentes que creemos fortuitos y crean nuestro modo de vivir tal y como es en el momento que estás leyendo esto; sino en las decisiones tontas e impulsos sin sentido que tomamos sin pensar en la repercusión que pueden tener.

 Desde luego, nuestras vidas son cadenas. Si cada uno de nosotros echamos la vista atrás, vemos todo lo que hemos pasado y reflexionamos acerca de cómo estamos donde estamos y por qué, nos daremos cuenta de que a lo mejor si no hubiéramos conocido a una persona, o ido a un sitio cuando no nos apetecía, nuestras vidas podrían ser muy distintas. Suelo mantener en mi cabeza como un pensamiento intermitente la juventud que vivo hoy en día mientras siento mi mente doblar en edad a mi cuerpo, y darme cuenta de lo poco que he vivido y todas las cadenas que aún me quedan por crear.

 Por ello, creo que voy a intentar no cerrarme ninguna puerta. Nunca se sabe qué puede haber al otro lado; siempre fiel a mis principios y sabiendo que lo que hago puede que no sea lo mejor para mí, pero a lo mejor me ayuda.

 La vida es todo lo que no nos gusta y lo que nos hace latir sentimientos como un volcán en erupción. Es todo lo que dejamos de lado y abrazamos; las decisiones que tomamos y las oportunidades que sin saber lo que son, dejamos escapar.

 Que nadie se sienta mal, culpable o imbécil si ahora se da cuenta de todo lo que dejó marchar, porque hay dos formas de enfrentarse al pasado: viviendo en las quejas acerca de lo que pudiste hacer y nunca volverás a tener, o intentando corregir lo que creas que hiciste mal, haciendo el bien con lo que el inexistente futuro y subliminal presente te traiga.

Buenas noches.

martes, 12 de abril de 2016

Llama al viento soledad

Un descampado verde. La brisa del viento baila en la hierba. El sol despunta; se siente su calidez, pero no acalora. Cierras los ojos y te ves ahí. A medida que te adentras en ese escenario ves un cordillera nevada en el horizonte bajo un manto de nubes rosadas y voluminosas, tras aguas desprevenidas y ondeando con parsimonia. Estás quieto, de pie sintiendo cada parte de tu cuerpo sereno y en paz. No temes abrir los ojos y ver que donde estás parece tan real como el mundo al despertar

Hay algo indescriptible cuando uno se siente en armonía con la tranquilidad que un paraíso simple y natural desprende, aunque hay un edén distinto para cada persona. Algunos vemos paz en el fuego del infierno; el desorden calma nuestro propio caos.

Pero, creo que un problema al que no me he querido enfrentar durante meses es a afrontar la soledad. No me confundas; tengo una familia a la que amo y respeto, al igual que amigos que me cuidan y se preocupan por mí. Pero hay muchos tipos de soledad que pueden hacer de mi descampado verde un lugar solitario allá donde mire. La brisa se convierte en mi fiel acompañante mientras espero a que él mismo traiga alguien con quien poder compartir mis vistas.

Sentirse solo es algo normal. Hemos aceptado que lo que vemos es lo único que tenemos. Pero en mi ya demasiado tiempo libre y pensamientos sin control en el autobús o dando paseos cerca del río de mi pueblo, me he adentrado a descubrir nuevas soledades que hasta entonces desconocía. Ahora mismo siento una mano sostener mi corazón, y no es la mía. Esa mano es toda la gente que me ama, pero una parte de mí anhela que llegue alguien capaz de besarlo y redimir su pena, además de formar parte de la misma base que me mantiene firme y me levanta después de cada caída.

No me produce dolor sentir esta soledad que tanto me está marcando. Ir por la calle y no sentir a nadie a mi vera; pensar y no imaginar a nadie hablando conmigo; dormir y realmente pensar que no hay nadie compartiendo mi cama. No me duele, pero sí me produce una inmensa pena y desolación. Aunque sé que es cuestión de tiempo que estas sensaciones rediman, aunque sé que como todos al final lo acabe enterrando o dejando de lado sin olvidarlo, cada vez me cuesta más caminar por la calle, fantasear con mis ángeles y demonios, e irme a dormir con mi gato y tranquilizarme con su ronroneo.

Creo que esta pena es algo que sentimos muchos, y a lo mejor he conseguido darle un sentido o incluso un nombre después de mucho tiempo. Pero no me consuela, ni me calma. Mi descampado sigue tranquilo y en reposo, mientras espero a que la brisa traiga a alguien con quien pueda estar sin que ninguna convención social o pensamiento regresivo impida a mi mente vagar libremente por un mundo que solo ella conoce. Espero ese día apaciblemente. Porque además sé que cuando llegue, la desazón se evaporará como el agua desbordada de los ríos en las estaciones frías para que cuando vuelva a llover, esa persona sostenga un paraguas sobre nosotros, me mire y entienda que después de todo, la espera y aflicción valieron la pena.

Te sigo esperando. Estoy en mi descampado verde bailando con la hierba y el viento. Aquí me quedaré.



Changbai, China

sábado, 19 de marzo de 2016

Escena improvisada

 Y allí estábamos nosotros o, lo que creía que había de mí en ese momento. Compuestos por las gotas de lluvia que mojaban nuestra ropa y el paseo que duramos bajo ésta, sin importar el catarro que pudiéramos tener a la mañana siguiente. Sentir el sutil zarandeo de nuestros cuerpos que parecían atraerse como imanes, y separarse por una infantil vergüenza con unos pocos pasos, era lo que hacía a mi corazón latir más rápido. La noche doblaba cada esquina y parecía infinita en mi ciego horizonte hasta que llegamos al portal.

-Bueno, supongo que ya es momento de despedirse -dijo ella sonriendo, apartando unos pocos mechones mojados de su mejilla-. Mañana nos vemos, ¿de acuerdo?
-No, no... No quiero irme, ni que te vayas... -carraspeé- Quiero que siga lloviendo toda la noche, contigo -Me acerqué y cogiendo sus manos, agaché la mirada con la típica timidez de un niño

 Las gotas de lluvia ahora caían y resbalaban. Nuestra piel pasó a sentirse cálida al tocarnos.

-No podemos hacer que dure toda la noche -añadí a las caricias de mis pulgares 
-No necesitamos toda la noche -separó una de sus manos de las mías, y la dejó caer delicadamente sobre mi nuca. Rozando mi piel con sus uñas en irregulares pero perfectas circunferencias-. Lo único que necesitamos -dijo acercándose, manteniendo la mirada-, es un minuto.

 Y me besó. De la forma más lenta y pasional que había sentido en mi vida. Ya no sentía la lluvia; caía como el viento entre nuestros labios. Como la ropa sobre nuestra piel, imperceptible. Juntamos nuestros cuerpos aún en la calle sin darle importancia a las miradas esquivas y casualmente interesadas de la gente que pudiera pasar. Como ella dijo, lo único que necesitábamos era un minuto para crear todo lo que nuestras mentes deseaban en forma de particulares fantasías y sueños secretos, al menos para mí.

 La verdad es que no sé cómo explicarlo. Fue un beso húmedo, vivo, nuestro, atemporal. Entendí que lo que se puede conseguir en un instante, puede ser más intenso y único que lo sentido en una noche entera. 

 La lluvia cayó, la noche continuó su turno, y yo sin saber donde estaba, me dejé llevar sin saber cómo ni dónde iba a acabar. Lo único que tenía claro y que necesitaba saber, era que iba a estar junto a ella y sin perderme a mí en el camino.


jueves, 17 de marzo de 2016

Tras los párpados

Aquí se vuela entre nubes de colores y un suelo indefinido
con un paraguas negro entre las formas que una vez conocimos
todo se mezcla y crea mundos nuevos en un centímetro
sin poder comprender del todo el profundo significado de lo reinventado sencillo.

Y sigo volando, sin ver nada que pueda reconocer
todo es tan bello... y me doy cuenta de donde estoy, si así mi cabeza me lo hizo creer:
la imaginación olvidada del niño que quería crear colores nuevos
pero después de mucho tiempo, lleno de intentos decidió parar hasta que pudiera recobrar el aliento.

Y unos años más tarde, sumergido en una noche que absorbía todos los colores
cerró los ojos y detrás de sus párpados emergió un mundo lleno de creatividad e ilusión
como dije, la olvidada imaginación del niño que fue
y ésta esperó a que tocase fondo para rescatarle del ciego y cercano vacío.

El color que creó tras sus párpados fue un lienzo libre y vivo
sólo siguió creando y volando lentamente arrastrado por el viento del mundo que encontraba al cerrar los ojos
pues lo importante no es crear algo que pueda parecer bueno a primera vista,
sino que atraviese la mirada para tocar nuestro corazón, y hacerlo latir con más fuerza.

Es el poder de la creatividad como salvavidas,
nuestra salvación definitiva,
la silenciosa,
siempre leal y escondida.


lunes, 7 de marzo de 2016

Queda prohibido - Ricardo Darín

Qué es lo verdaderamente importante. Busco en mi interior la respuesta y me es tan difícil de encontrar. Falsas ideas invaden mi mente, acostumbrada a enmascarar lo que no entiende. Aturdida en un mundo de irreales ilusiones. Donde la vanidad, el miedo, la riqueza, la violencia, el odio, la indiferencia, se convierten en adorados héroes. No me extraña que exista tanta confusión; tanta lejanía de todo, tanta desilusión. Me preguntas cómo puedes ser feliz, cómo uno entre tanta mentira puede convivir. Cada cual es quien se tiene que responder. Aunque para mí, aquí, ahora, y para siempre:

Queda prohibido llorar sin aprender.
Levantarme un día sin saber qué hacer.
Tener miedo a mis recuerdos.
Sentirme solo, alguna vez.

Queda prohibido no sonreír a los problemas.
No luchar por lo que quiero.
Abandonarlo todo, por tener miedo.
No convertir en realidad mis sueños.

Queda prohibido no demostrarte mi amor.
Hacer que pagues mis dudas, y mi mal humor.
Inventarme cosas que nunca ocurrieron.
Recordarte sólo cuando no te tengo.

Queda prohibido dejar a mis amigos.
No intentar comprender lo que vivimos.
Llamarlos sólo cuando los necesito.
No ver que también nosotros, somos distintos.

Queda prohibido no ser yo ante la gente.
Fingir ante las personas que no me importan.
Hacerme el gracioso con tal de que me recuerden.
Olvidar a todos aquellos que me quieren.

Queda prohibido no hacer las cosas por mí mismo.
No creer en mi dios, y hallar mi destino.
Tener miedo a la vida, y a sus castigos.
No vivir cada día como si fuera un último suspiro.

Queda prohibido echarte de menos sin alegrarme.
Odiar los momentos que me hicieron quererte.
Todo, porque nuestros caminos han dejado de abrazarse.
Olvidar nuestro pasado y pagarlo con nuestro presente.

Queda prohibido no intentar comprender a las personas.
Pensar que sus vidas valen más que la mía.
No saber que cada uno tiene su camino, y su dicha.
Sentir que con su falta, el mundo se termina.

Queda prohibido no crear mi historia
Dejar de dar las gracias a mi familia, por mi vida.
No tener un momento para la gente que me necesita.

No comprender que la vida lo que nos da, también nos lo quita.


Quería compartir esto con vosotros ya que me lleva sirviendo de apoyo estos días, además de la canción de Ludovico. Es un vídeo que vi en Facebook con Ricardo Darín leyéndolo y ahora soy yo quien lo lee cada mañana. Si me ha servido y me está sirviendo a mí, estoy seguro de que a vosotros también. Porque os quiero y si puedo hacer algún bien por vosotros, no dudaré en hacerlo.

Hasta pronto

domingo, 6 de marzo de 2016

Aclaración

Debo hacer una breve aclaración.

 Está claro y se ve que no estoy bien, y publico lo que publico (porque tengo sesenta entradas en borrador sólo para mí) por si le puede servir a alguien, pero no escribo nada bueno. Ya me entendéis.

 Una de dos, o no publico nada o me pongo deberes para intentar cambiar el chip. Es obvio que intentaré cambiarlo, pero poco a poco.

Os dejo esto aquí para que paséis una buena noche con música.


No pasa nada.

 Hay algo tan efímero y mortal en el aire que respiramos que no podemos darle nombre siquiera. A lo mejor el óxido que hace a nuestras células morir y disminuir su capacidad de multiplicarse para que nosotros en un futuro dejemos de respirar, es la muerte. A lo mejor respiramos muerte y no lo sabemos.

 Aunque poniéndome introspectivo prefiero pensar que no existe ni la vida ni la muerte, pero es inevitable pensar en un final, ya que te lleva a razonar sobre qué principio has tenido, y viceversa.

 Lo que tengo claro es que voy a morir y entre todas las posibilidades que tenga de hacer cualquier cosa en mi vida, la muerte siempre tendrá su porcentaje. Como razonó Martin Heidegger, podemos morir en cualquier momento pues nuestras posibilidades siempre se acabarán resumiendo a eso.

 Y ahora, sumido en esta duda de qué hacer si no estoy muerto, escribo. Porque no hay peor sensación para una persona, que conocer su propia existencia, pararse, y preguntarse qué es la existencia, el ser, la realidad.

 No me preocupa la muerte, ya estoy muerto. Y no es algo malo, no lo veo así. Es un final sin principio, y una salida sin meta.

Y no pasa nada.

viernes, 4 de marzo de 2016

00:36

 Hoy he aprendido que las siestas de seis horas no arreglan nada. Me calman la mente, y eso al menos ayuda a que cuando me vuelva a meter en la cama, me cueste menos dormirme. Echo de menos descansar aunque ya ni recuerdo lo que era despertarte y no sentir que te pesa cada pensamiento y sentimiento que acumulas. Tampoco debería escribir tanto, al hacerlo tiendo a hundirme aún más en mi mierda. Pero si no lo hago me hundo igual. Si fuera por mí, saldría de este pozo. Pero ya apenas tengo fuerzas. Me quedan las suficientes como para teclear, darme cuenta de lo que me ocurre y no actuar en consecuencia.

 Hoy he estado mucho tiempo pensando en si existen los suicidios mentales, y creo que uno puede matarse a si mismo poco a poco en su mente. Y si es algo que existe o se ha dado algún caso, yo soy un nuevo peso para esa teoría de suicidio mental, pero parece que soy masoca y me gusta hacerlo lento.

 He dormido seis horas esta tarde y tengo sueño, pero no quiero dormir. Ludovico protagoniza la banda sonora de una noche tormentosa sin nubes y en silencio.


El 13 de Abril te tendré a cincuenta metros desde mi asiento en Zaragoza. Te debo mucho Ludovico Einaudi.

jueves, 3 de marzo de 2016

.

Si escribo me hundo
Si no lo hago me ahogo
Hay diferencia
En la duda que vivo

Tengo cicatrices de fuego
Abiertas y gritan rojo
Me hundo y ahogo en mi sangre
Pero no muero.

Ahora me pregunto
Si pudo ser lo suficientemente listo
Para ignorarme
O hacer mis bromas realidad.

Escribo y no me alivio
Me desespero
Lloro sin llorar
Y cada vez me siento más muerto que vivo.

Puedo decir tonterías
Pero puede que esté desesperado
Y seguiré escribiendo porque si no lo hago
Me moriré entre todo lo que no diga


Y todo lo que piense y me acribille

martes, 1 de marzo de 2016

Para mí dentro de muchos años

He decidido empezar a grabarme vídeos sobre lo que pienso o lo que siento para volver a verlos dentro de muchos años. Aquí está el primero.


lunes, 29 de febrero de 2016

.

 A veces la sensación de sentir amor dentro de mi pecho me hace llorar, como ahora. Me siento vivo, pero duele. Amar duele y no tiene que ver si es correspondido o no. Pero creo que ahora me duele porque está intentando abrirse paso desde el centro de mi ser hasta mis dedos y mi cabeza, pero no puede. Algo le impide el paso y qué podría ser. ¿Las limitaciones temporales que me he puesto? ¿Puede que el dolor que siento sean las cicatrices que se están volviendo a abrir? Me gusta sentirme así pero ahora mismo no es bonito, aunque sí esperanzador. A lo mejor después de todo, no soy un bloque de hielo tan fuerte como creía.

sábado, 27 de febrero de 2016

Historia improvisada: Capítulo 1: Desgarra el frío

 ¿Recuerdas esa canción a capella que compuse hace años? Era muy pegadiza aunque mi voz no fuera la mejor para interpretarla. La letra aclamaba al viento del norte que traía consigo la muerte en brisas que te despellejaban la piel de la cara. Depositando en cada árbol un poco de nieve dejando una forma de bala en cada rama; la bala que nos podría abrir la cabeza si pasamos por debajo. Dios, tengo las manos congeladas ahora mismo, pero no es nada que no hayamos sentido más de mil veces, ¿verdad? No hay nadie en la calle, todos están en casa cerca de la chimenea acurrucados en su cama bajo las mantas de lana que tejimos en la pasada matanza. No quieren que el frío llame a su puerta tan educadamente como suele hacer, avisando con un grito constante que baja del cielo; abriendo la boca y clavando sus dientes en el suelo. Y una vez el viento muerde, pasa su fría lengua por la nieve y coja a quien coja, nos podemos despedir de él para entonces ver su figura congelada pero aún viva, quieta y desesperada en mitad de la nada.

 Era cuestión de tiempo que las ramas de los árboles volviesen a ser balas esperando a que nuestras cabezas se dejen aparecer bajo ellas; que la alborotada ventisca actuase como niebla nublando nuestros sentidos o mejor dicho, congelándolos. Pero esta noche o día, no sabría decirte porque no veo el sol, es diferente. La muerte ha vuelto distinta después de tantos meses sin recibir una carta suya. Ahora trae a alguien consigo; a un acompañante peludo y dentado que amenaza los silencios que la ventisca permite disfrutar a los pueblerinos cuando se va a descansar. Esta criatura va con correa allá donde el frío le lleva y cuando hay luna llena, le suelta para darse un festín con cualquier alma descuidada que aún no conozca que el frío despellejante ha vuelto, y ha traído a un monstruo comiendo de su mano.


 Esta noche estaré con mi escopeta al lado de la cama de mi hija sin dejar de observar la puerta. Y más vale que ningún hijo de puta se atreva a tocar dos veces a ese trozo de madera que a duras penas frena la entrada del tiriteo en los pies de mi hija, porque le reventaré el cráneo sin preguntar una sola vez quién está al otro lado. Hasta que el viento se calme, y el frío se vaya a dormir; hasta que el sol grite que ya ha salido y podamos verle en el cielo, no pienso abrir esa puerta. Así que ven aquí, monstruo. Te estoy esperando.



Para inspirarme he utilizado estas dos fotos que me han pasado hoy de esta mañana en Cercedilla, Madrid. Fue instantáneo.

Y con este vídeo de fondo mientras escribía


jueves, 25 de febrero de 2016

(Último) Infinito 83: Farewell

 Antes de nada quiero decir que hoy va a ser el último infinito. Me da pena, pero haber escrito una entrada diaria durante ochenta y tres días seguidos es algo de lo que estoy orgulloso la verdad. No quiero decir con esto que no vaya a seguir publicando entradas, sino que no voy a hacer una entrada diaria. ¿El motivo? Aquí os lo explico.

 No estoy nada bien, la verdad. Como suelo decir: "No estoy tan bien como debería" Tengo unas dudas acerca de qué hacer con mi vida que mi mente se bloquea y no soy capaz de crear. Supongo que no hay mucho más que explicar, si soy sincero. Esto no es más que una entrada informativa, no sé si será hoy o en los próximos días que volveré a subir una entrada, aunque pretendo seguir publicando varias veces por semana e ir informando de cómo voy con mi libro Despiértame Cuando Oscurezca.

 Mis objetivos no cambian, y supongo que en su debido momento os iré informando. Ha sido un placer compartir estos ochenta y tres infinitos con vosotros, nos seguiremos leyendo todo lo que dure este blog, porque desde luego que no voy a dejar de darle caña.

Nos leemos amigos y amigas, un abrazo

miércoles, 24 de febrero de 2016

Infinito 82: Exhausto - David Cañas

Me gustaría no despertar hoy,
ni ayer,
y puede que tampoco mañana.
No te mentiría si te dijera que quiero irme.

Puede que sea por la desesperación
pero llevo aguantando esta presión tanto tiempo...
me encantaba creer que las cosas pudieran acabar saliendo bien
pero he hecho todo lo que he podido y no llegan.

Estoy exhausto de tener energía, una sonrisa y apoyo
nada ni nadie es capaz de levantarme el ánimo
porque sé que yo solito me he metido en esto
y hasta que no me lo crea no saldré de aquí.

Me comparo con gente que lo está pasando mal y no doy el paso
pienso en lo que me queda por hacer y no me importa
sólo me quedo en la cama pensando sin pensar
mirando a la pared en blanco sin poder ver más allá del color.

Es curioso que me exprese más aquí que en persona
con amigos o familia
como si hubiera perdido temporalmente la humanidad
o el contacto emocional con otras personas.

Lloro sin llorar y ya no sufro en silencio
ando arrastrando una capa de tristeza que pesa como el plomo
atada a mi cuello y mi piel quemada
en un cuerpo que está cansando de aguantar.



No conozco al autor

martes, 23 de febrero de 2016

Infinito 81: Sin ganas

 Sabéis, ahora miro atrás en el tiempo, un mes por ejemplo, y me veo genial. Enérgico, en mi mundo y motivado; me veo hace tres meses y veo a un tío ilusionado, con ganas de comerse el mundo y lograr sus objetivos; me veo hace seis meses y estaba en la playa, con el sol y los amigos; ahora me miro al espejo y se me cae la cara.

 Me da igual que este tema no vaya acorde con el blog, es mío y obviamente escribo lo que quiero. Y no voy a escribir sobre nada motivador ni romántico, ahora mismo no siento nada de eso. Y aunque odie sentirme así no encuentro una forma de salir, y es que ya nos varias semanas. No tengo ganas de escribir y cualquier día de estos veo que no voy a seguir ni con el blog. Me apena pero no puedo hacer nada. No tengo ganas de hacer nada y la única razón por la que sigo es porque si dejo algo más en mi vida a medias, ya no sé qué será de mí. No voy a colgar esta entrada en ninguna red social, para qué. No es nada que pueda interesar, pero al menos sumo un número más a los infinitos.

Ni siquiera tengo ganas de seguir con mis libros ni de corregir esta entrada.

lunes, 22 de febrero de 2016

Infinito 80: Hola, señor Cansancio

Mire usted, señor Cansancio
perdone si me río de su nombre sin reparo
porque es que me cansa y mucho,
señor Cansancio

Usted viene cada mañanas cuando no aguanto ni un café
se adueña de mi bolígrafo y mis párpados
se limita a deslizar sus posaderas sobre mis hombros
sonriendo a todo lo que cada vez me va costando más llevar a cabo.

Basta ya, ¿no?
Señor Cansancio, usted cansa y lo sabe
le hace tan feliz ser usted mismo que ha cansado hasta a cupido y ya es alcohólico
ha visitado a Medusa y ha ido a la peluquería.

Me encantaría que dedicase unos instantes ante el espejo cada mañana
para que de alguna forma se diera cuenta de si su tiempo es tan valioso como cree
porque valga la redundancia, estoy cansado de su perseverancia
nunca se rinde... Deberían hacer una película sobre usted.

Se podría llamar:
"En Busca de la Cansinez Extrema"
o también
"El Indomable Will Cansino"

Aunque seguramente todos acabarían recurriendo al cinturón y la viga
usted siempre gana, por eso le escribo
reconozco su trabajo intachable en este mundo que ya no descansa
pero ahora me pregunto si es usted señor Cansancio, quien realmente no lo hace.

Pase una buena vida.



Hoy estoy cansado de todo y me apetecía escribir algo que me ayudase a no centrarme en ello. No ha funcionado pero bueno, con jazz de fondo me lo he pasado bien. Hasta mañana.

domingo, 21 de febrero de 2016

Infinito 79: Removiendo conciencias

 Hay algo a lo que le llevo dando vueltas todo el día, y es la responsabilidad que parece tan invisible para tantas personas en Internet. Bueno, no en esta plataforma, sino en cualquier medio de comunicación.

 Hace poco Pacquiao, el famoso boxeador, declaró que "los animales son mejores que los homosexuales". Me dejó impactado y no por sus palabras, sino por decirlo públicamente. Ha creado un montón de controversia en las redes sociales y sobretodo en su entorno ya que aspira a un cargo político en su país. No quiero decir que tenía que habérselo callado, sino que hay que ser muy estúpido como para saber el ímpacto MUNDIAL que tienes y decir algo así. Estoy seguro que tenía una barbaridad de seguidores que ahora no le tienen el mismo respeto (como yo), o algo peor incluso.

 Pero si nos vamos a una plataforma más cercana para todos nosotros como es Youtube, podemos encontrarnos a muy pocas personas que en efecto, cuidan lo que dicen y repiten esa responsabilidad de la cual son conscientes, en el vídeo que crean oportuno. Y contrastando, hay otros personajes que se dedican a criticar a otras personas. Me da igual que sea una crítica constructiva o no; como dijo Risto Mejide: sólo existen las críticas útiles y las inútiles.

 Youtube se ha plagado de una barbaridad de creadores de contenido que su "originalidad" se basa en cómo critican a alguien. ¿Realmente es algo original? Para nada.

 Hay un montonazo de gente que no sabe quiénes son y se refugian en personas con impacto en las redes sociales y que imponen su opinión como algo cierto e indiscutible es su contenido. Esas persoans necesitadas se ríen, pasan un buen rato e inconscientemente creen que esa opinión es la única que hay, y además creen que es cierta.

 IMPORTANTE: Que alguien de una opinión no quiere decir que sea acetada o no. La cuestion es no imponer una forma de pensar consciente o inconscientemente en alguien, sino ayudar a crear un buen criterio y pensamiento. Esa es la verdadera forma de pensar. Se resume a eso y es a lo que me encantaría que todos aspirásemos. Si diréramos apoyo a una persona, sea conocida o no, cuando lo necesita joder, este mundo sería precioso.

 Y no es una utopia, es una realidad que viviremos dentro de no mucho tiempo. Yo haré todo lo que pueda para hacer que crezca y cobre fuerza. Si queréis ayudarme (como dije en la entrada de ayer) sois más que bienvenidos.

Un abrazo muy fuerte. Nos leemos mañana


Gozad 

sábado, 20 de febrero de 2016

Infinito 78: Pequeño discurso

Veréis, llevo unas cuantas semanas que no me encuentro
sigo haciendo lo que digo y lo que hago pero
algo ha cambiado,
y no estoy seguro si soy yo el problema o lo he forzado.

De todas formas, intento no centrarme en lo malo
porque eso crea un tornado del que no quiero formar parte
pero tampoco quiero darle la espalda por si cuando cierre los ojos
no esté preparado y algo me dé un golpe.

A veces me encantaría creer en mundos de fantasías y en los cuentos de hadas
donde todo es posible si lo deseas con todas tus ganas
sería un mundo bonito donde vivir y crear la realidad en la que vives
aunque luego debas abrir los ojos, y volver a enfrentar los problemas que reprimes.

Pero que no pueda vivir en un mundo mágico y de ensueño
no quiere decir que no pueda intentar crearlo
porque quiero creer que puedo construir un mundo así, lo necesito
porque en cualquier momento cualquier circunstancia, me podría cortar las alas.

Estoy desplumado y se supone que he vivido poco
puede ser que haya experimentado demasiado y que a veces sea un poco loco
pero sigo aquí y eso es lo que importa
dispuesto a intentar mejorar las cosas que se nos dieron sin lujos ni importancia.

Ese es mi objetivo
quien lo comparta es bienvenido
quien no lo haga, yo no voy a buscarle para conseguirlo
aunque no te cerraré la puerta si ves que fuiste poco soñador y muy objetivo.

Puedes venir conmigo o no;
puedes compartir mis deseos, o no;
puedes entenderme, o intentarlo.
No estamos tan limitados como para creer que todo lo que podemos pensar
es todo lo que tenemos hacer.


No conozco al autor de esta obra

viernes, 19 de febrero de 2016

Infinito 77: Capítulo 1 (REESCRITO) - Despiértame Cuando Oscuerzca

 Una inesperada casualidad se derrumbó ante mí. El golpe contra el suelo me dejó petrificado, sin saber qué hacer. Pasaron unos segundos hasta que decidí ver cómo se encontraban. Había caído desde el cielo, seguramente desde la terraza con la ventana abierta que podía ver si alzaba la mirada. Y, simplemente, se desplomó a mis pies.

 Acerqué mi oreja a su pecho sin saber siquiera qué hacer si no oía nada, y por suerte escuché unos débiles latidos. Aún con los brazos magullados y la cabeza ensangrentada seguía con vida. La cargué en mis temblorosos brazos y era ligera como una hoja de papel. Pero no tenía tiempo de pensar en nada. Dejé todo lo que tenía para ir corriendo al hospital más cercano. Intentaba pedir ayuda por la calle pero nadie miraba. Jamás había visto la Glorieta de Quevedo tan inerte, tan insensible y egoísta. Aún a plena luz del día nadie hacía caso, y mi nerviosismo se agrandaba. Yendo a la acerca más cercana para pedir un taxi, oí cómo decía algo en voz baja intentando abrir los ojos. 

-¿Sigo aquí?- Dijo con voz rota 

Sus párpados tiritaban y se volvieron a cerrar. Pedí un taxí sabiendo que apenas tenía dinero para pagarme el alquiler de ese mes, pero no me importó; sólo quería llevarla a donde pudiera ser atendida. Un taxi paró enfrente de mí.

-¿Vas a subirla a mi taxi chico?- Dijo el conductor bajando la ventanilla del copiloto
-¡Claro! Llévenos a La Paz lo más rápido que pueda- Dije abriendo la puerta trasera
-No deberías hacer esto chico... Te va a caer una buena, ya verás- Empecé a ver que aquel hombre se estaba poniendo muy nervioso

 Coloqué el cuerpo en la posición lateral de seguridad con su cabeza sobre mi muslo izquierdo, sosteniendo su cuello y haciendo presión sobre una herida que tenía cerca de la frente.

-¡Vamos! ¡Arranque!- Grité

 El hombre se dirigió a la Castellana y empezó a subirla sin hacer mucho caso a los semáforos ámbar que teníamos delante en cada cruce. Parecía que Madrid no quería que llegásemos a tiempo al hospital. Aunque mi mano estuviera frenando la hemorragia, caían gotas de sangre que se deslizaban entre mis dedos, y acababan precipitando en mi pantalón. No se movía y poco a poco iba cogiendo un tono de piel más pálido y frío. Nunca se me había hecho tan largo llegar a La Paz.

 De alguna forma me sentía responsable de su vida y le metí toda la prisa que pude al conductor. Una vez en el hospital le pagué y mientras se iba me dijo: "te has metido en un lío chico, pero espero que tengáis suerte". En seguida unos residentes vinieron a atendernos y se la llevaron de mi lado tan rápido como llegó. Me olvidé de a dónde tenía que ir esa fría mañana y seguí a los empleados del hospital hasta la puerta de urgencias. Ya... Ya no recuerdo más a partir de ahí.

 Abrí los ojos y estaba en una habitación del hospital. Habían pasado tantas horas que el sol ya había dado paso a la luna. Y desorientado, una mano se posó sobre mi hombro mientras intentaba despejarme frotándome los ojos. Un médico con una cálida sonrisa se me había acercado y parecía que estaba esperando a que despertara.

-¿Cómo se encuentra, señor?- Preguntó
-Bien, creo. No lo sé...- No sabía qué responder, no tenía la mente despejada
-¿Puedo hacer algo por usted?- Pregunto cambiando su tono de voz
-No, no se preocu... Espere. Vine con alguien. Una... Una chica. La había encontrado en la calle y vine lo más rápido que pude- Empecé a mirar a mi alrededor pensando que la podría encontrar 
-Bien, parece que se acuerda. Venga conmigo-

 Me incorporé y parecía que no me hubiera movido en un tiempo por el dolor que hacía temblar mis piernas. Atravesamos tantos pasillos y pasamos delante de tantas salas, habitaciones, y viendo tantos pacientes que hacía mucho tiempo que no me sentía tan perdido. Lo único que hacía era seguir al hombre de la bata que ni siquiera me había molestado en ver su identificación o preguntar cómo se llamaba. 

 Andando y perdiendo la noción del tiempo, llegamos a una pequeña habitación compartida. Allí había un hombre mayor con una venda rodeando su cabeza, manteniendo un gesto de dolor aún dormido. No quería pensar en qué podría haberle ocurrido...Y detrás de una translúcida persiana, estaba la chica de la cual no recordaba ni su rostro. Estaba dormida. Parecía relajada aún con sus brazos morados y entablillados, además de grandes cicatrices por su cuerpo. Sin embargo, desprendía una sensación de alivio sin sentido para mí. Al menos parecía descansar.

-¿Sabe cómo se llama?- Dijo el Doctor -Hemos buscado en la base de datos y no hemos encontrado nada- Aún no podía ver el nombre de su identificación en la bata. No sabía dónde había dejado mis gafas.
-No... No lo sé, doctor...- Dije esperando que dijera su nombre
-Crespo, me llamo Adrián Crespo-
-De acuerdo. Es que, sólo cayó a mis pies y no supe hacer otra cosa que traerla aquí. No sé quien es. No sé qué ha pasado con ella... Estoy algo confuso ahora mismo-
-Hizo bien. De no ser por usted ahora mismo podría seguir en la calle. Aquejada por la inhumanidad de la gente de esta ciudad. Usted es un buen hombre, otórguese ese mérito. Ahora ella debe seguir descansando. Le vendrá bien tener a alguien al lado si llega a despertar- Dijo seco el Doctor
-¿Si llega a despertar? ¿Qué... Qué quiere decir?- Pregunté algo asustado
-Ha recibido un fuerte golpe en la cabeza. Le hicimos un TAC hace trece horas y aún no tenemos los resultados. La tormenta está afectando a nuestro sistema eléctrico- Se empezaban a oír con más fuerza el rugir de las densas nubes que se acercaban a la ciudad 
-¿Trece horas? Pero, ¿cuánto tiempo llevo aquí?-
-¿No lo recuerda? Llegó aquí hace dos días señor. Le hospitalizamos al mismo tiempo que a ella después de que se desmayara. Estuvo recibiendo asistencia todo el primer día. Usted estaba demasiado débil, y sin embargo la trajo-
-No puedo evitar sentirme peor ahora mismo... Querría estar solo si no le importa, Doctor. Necesito asimilar todo esto-
-Por supuesto. Si necesita algo, pregunte por mí-

 El Doctor Crespo abandonó la habitación, dejándome solo con dos desconocidos y sin saber cuándo se despertaría cada uno. Sin saber siquiera cuándo me despertaría yo, si eso era una sueño. Me apoyé en el gran ventanal de la habitación del hospital, observando cada gota chocar contra la ventana e intentaba contar cada una para evitar pensar qué diantres había pasado durante esos dos días. Viendo la ciudad arder con agua e inundarse con fuego, traté de armar ese puzzle que se había destrozado a destiempo dentro de mi cabeza.

 Cogí una silla de la habitación y la acerqué a la cama de la chica. Me concentré en mirarle a sus ojos cerrados, imaginando cómo serían abiertos; en la sutil curva de su nariz; en el arco de sus ojos y sus pestañas; su pelo pelirrojo. Pelirrojo... No me había fijado en eso antes. Un pelirrojo que aún con la luz cálida de la lámpara se veía tan vivo... Y las curvas de sus labios que me recordaban a las olas del mar; sus pómulos y, aún así, no podía evitar que mis ojos se fueran cerrando sin que me diera cuenta, aunque la silla donde estaba no era precisamente cómoda. Me había fijado en ella de una forma que ya no me atrevía de mirar a alguien. Cuando me concentro en los pequeños detalles... Las cosas no suelen salir bien. Sigo fijándome y repaso cada uno hasta que se calcan en mi cabeza. Así que me forcé a parar; a dormir.

 En mi último suspiro antes de caer rendido, vi cómo mientras mis ojos se cerraba, los suyos se abrían un poco pero, no tenía fuerzas fuerzas para detenerme. Estaba agotado, y quería entrar a mi mundo. Ese lugar donde el tiempo pasa más rápido. Donde todo lo que conozco cobra un sentido y significado distinto. A mi particular laberinto de sueños.



 Después de corregir el primer boceto del libro, ahora he impreso la primera copia y fijaos cómo cambia. Todo son pequeños detalles, claro; pero creo que tiene mérito que ahora me tire más tiempo corrigiendo y mejorando cosas que escribiendo y creando. Y no me molesta. De hecho, estoy orgulloso de ver tantos cambios y mejorar tantas cosas. Creo que es sinónimo de madurez, al menos escrita. Así que yo salgo contento de cualquier forma :) ¡Hasta mañana!



jueves, 18 de febrero de 2016

Infinito 76: Llamada perdida del Universo

No me juzgues todavía
espera un poco más y observa
he hecho todo lo que he podido
y sigo de pie.

Pero con las piernas temblorosas,
los párpados tiritando
y las manos magulladas.

Y puedo seguir sin caerme, de verdad
pero no me juzgues si me dejo vencer
después de años estando en pie
necesito un descanso de ti, universo.

Sé que no me vas a dar un respiro
por eso no me juzgues si me voy
si en tu pestañeo desaparezco
para buscar un presente mejor.

Si fallo, tu risa no me molestará
porque te prometo que algo aprenderé
si lo consigo y encuentro un lugar mejor
te dejo volver a mi vida.

Pero tendrás que encontrarme
y será difícil porque ya no seré el mismo
ya no hará falta que me busques entre la tristeza
tendrás que ir al mismísimo Olimpo.

Así que en realidad no me importa que me juzgues
si crees que por irme estoy huyendo
lo aceptaré como tu opinión
mientras sigo buscando un camino que no se me ha dado.

Ahora mismo me duele el cuerpo pero sonrío
porque sabía que mi marcha era cuestión de tiempo
y aunque aún no sea cien por cien realidad
ya puedo sentir al viento del este llevarme con él.

Nos volveremos a ver, eso ni lo dudes.


 Sabéis, me encantan las canciones de viaje. Así las llamo yo. Son las que me inspiran a viajar o las que pondrían en un avión, en un coche o en la cubierta de un barco.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Infinito 75: Boat Song, un mundo en la nada

Hay un bote que conecta nuestra vida con la muerte sobre un gran océano
un viaje que no atenta contra el tiempo ni el espacio; es un mundo aparte
las aguas están tranquilas por tener a alguien junto a ellas
el viento acaricia al recién llegado con cariño, por una vez en su vida.

En mitad del horizonte va apareciendo la débil imagen de una puerta
no muy grande, como la entrada de su antigua casa
un inmenso mar azul y rosado le rodea bajo un manto anaranjado
y un nuevo sol  en el cielo calma cualquier duda que pueda abordar su mente.

Sólo navega hacia su puerta, de nuevo
para volver a entrar a casa, quizás por última vez
una puerta infinita con una trascendencia opaca
a los ojos de la vida que deja atrás en cada onda que se expande y desaparece.

El viento se impacienta y anima al bote a ir más rápido
no hay corrientes ni remos, la falúa va sola en el mitad de la nada
que pronto pasaría a ser un nuevo todo
un despertar diferente frente a un aurora que despunta hacia el inconmensurable vacío.

Sin peros y con todas las respuestas que nunca obtuvo
está cada vez más cerca de su designio, y se ve a si mismo sonriente al lado de la puerta
en una sola mirada el viajero entendió lo que ocurría
la muerte le había despertado del sueño de la vida.

Al abrir la puerta en mitad de la nada, con su otro yo en el escalón
vio el mundo con el que siempre soñó
vivo, radiante y lleno de energía
pero no quiso cruzar.

Su calco le abrazó con delicadeza mientras nuestro viajero cerraba la puerta
no estaba dispuesto a vivir sus sueños
sin antes luchar por vivir su vida de la mejor forma posible
en el mundo que le ha tocado y quiere intentar mejorar.

Subió al bote y con una sonrisa tras su mano dando una muda despedida
emprendió el camino de retorno a la vida que había dejado atrás
para despertarse dentro de un sueño,
o dormirse e ir de nuevo hacia otra meta, o al mundo que le espera al cerrar los ojos.

El viajero pasó a formar parte de la delicada brisa, como un recuerdo
y acariciará a todo aquel que vuelva a aparecer en ese embaucador océano
como la certeza de la respuesta que flota en la duda,
y el inquebrantable placer que envuelve nuestro cuerpo al estar relajados en un mar de dudas.



Esta es la canción que me ha inspirado para la entrada de hoy: Boat Song - Woodkid
Si podéis volver a leerlo esta vez con la música de fondo, os prometo que será una forma distinta de leer.
Hasta mañana

martes, 16 de febrero de 2016

Infinito 74: Ataques a hospitales en Siria

"Estoy absolutamente convencido de que la ciencia
y la paz triunfan sobre la ignorancia y la guerra
que las naciones se unirán a la larga no para
destruir sino para edificar, y que el futuro
pertenece a aquellos que han hecho mucho por el
bien de la humanidad"

Louis Pasteur

 Cómo me gustaría creerte ahora Louis. Pero mira esto: 


 Cómo me gustaría creer en la humanidad. Hablando con Valeria hace unos días sobre cómo tiene la sociedad enfocado el machismo, el sexismo y el mal entendido feminismo, acabamos llegando a la conclusión de que nosotros nunca podríamos llegar a ver los cambios con los que soñamos para este mundo. Pero los nietos de nuestros nietos, sí. La cuestión es si habrá un mundo fértil, tolerante y justo donde puedan vivir. Porque leo cada semana tantos tratados de "alto el fuego" entre Rusia, Turquía y EEUU que ya no me creo nada. Como Siria no se esté tirando bombas a si misma no me creo nada. 

 No quiero entrar en quién ha atacado a quién, sino en qué tipo de personas están detrás de atacar tres hospitales llenos de niños y refugiados, dejando a más de CINCUENTA MUERTOS CIVILES. Y pregunto, ¿para qué? Qué clase de provocación, injuria o blasfemia hay detrás de todo esto. Cualquier apodría sacarme ahora otras cifras de cualquier otro ataque o atentado pero repito, que no estoy hablando de quién ataca a a quien.

 Estoy enfadado, molesto porque a lo mejor el mundo que yo quiero dejar a mis hijos, y ellos querrán dejar a mis nietos, no es el mundo por el que yo voy a luchar en este vida. ¿Quiere decir eso que no lo voy a intentar? Para nada. Lo intentaré con todas mis fuerzas pero es inevitable que una parte de mi cabeza racionalice acerca de qué clase de dirigentes gobiernan este planeta. Como dijo un profesor mío una vez: "Los mayores ladrones y asesinos visten con traje y corbata".

 ¿Cuándo dejarán los inocentes de pagar por todo aquello que un boli firma, o que una voz manda? Esa es mi pregunta.

 También entra en juego la manipulación de la información por los medios de comunicación. A lo mejor esto es una mentira pero, me la creo. Porque lamentablemente sabía que era cuestión de tiempo que algo así ocurriese. Y seguro que hay muchas cosas exactas a ésta o parecidas que no han contado. Y ahora es cuando me enfado más, por cómo nos manipulan los hombres de traje para que sepamos lo que ellos deseen. Es injusto y frustra, pero no puedo hacer nada. No ahora. Así que esta noticia me la creo, y no me importan otras en este momento. Haré todo lo que pueda para que este mundo mejore. Quién sabe a dónde llegaremos.



lunes, 15 de febrero de 2016

Infinito 73: Tregua - David Cañas

Hay mucho que no digo ni quiero decir
demasiado por volver a recordar
enterré mi dolor para intentar ignorarlo
no funciona, pero al menos no lo tengo delante.

Aunque me gustaría cavar más hondo
para en su debido momento
volver a sacar todo el dolor y enfrentarlo como es debido
de golpe y sin miedo.

Pero ahora no quiero escribir
no me apetece y eso dice mucho de mi situación
y mientras lo digo,
escribo.

Esa es mi ironía, ¿sabéis?
No tengo nada mejor que hacer que perderme entre versos
haciendo lo que digo que no quiero
y es porque no estoy más que dolido.

Me repito lo que siempre digo:
"El dolor es pasajero David"
y claro que lo es
es tu pasajero de primera clase en tu pecho.

Hoy no me interesan las rimas
ni escribir otra entrada
busco despejarme sin tener que gritar en silencio ante el espejo
o llorar en la ducha, así no distingo mis lágrimas.

Aunque lo más curioso sea
que ya no tengo gritos para llorar
ni lágrimas que arrastren mis pestañas.
Ahora estoy solo, sin nada que ofrecerme.

Pero David, mañana será un nuevo día
recuérdalo e intenta creerlo
deja a un lado tu imprescindible cabezonería
y trata de no pensar al menos un día.

Date tregua, amigo mío.



Ilustración de Benjamin Lacombe 

domingo, 14 de febrero de 2016

Infinito 72: Supremacía humana

No quiero decir que ya no me importe
si me pongo por encima de mis problemas
tampoco digo que no me haya importado
si después de tanto tiempo ya no siento nada.

Es curioso cómo el dolor actúa a veces como medicina
y de mala manera, con una recaída o una hostia
nos acogen las tinieblas que ignorábamos
para decidir buscar la luz por nosotros, esta vez.

Sientes el cuerpo extraño
como si algo hubiera atravesado tus entrañas
y dentro de ellas hubiera buscado tu punto débil
para en vez de herirte, mimarlo.

Sabe que necesitamos esa parte de nosotros para vivir
para apreciar la vida al igual que la luz y los embrollos
somos lo que sentimos incluso en la oscuridad
y es que ahí es donde somos nosotros mismos.

Luchamos por nuestra alma y salud mental
queriendo salir de la forma que sea a cualquier coste
es supervivencia, amigos
y la supremacía humana no la ejerce el cuerpo.

Sea de la forma que sea subsistiremos
de una pieza o en varias pero siendo nosotros mismos
nos aceptaremos por encima de la opinión de los demás
porque somos lo que hemos pasado y no se puede cambiar.

Una vez lo aceptemos y nuestras personas también lo hagan
no habrá ningún hoyo del que no podamos salir
ni problema que no podamos solucionar
aunque eso no quiere decir, que no nos vaya a costar.



No conozco al autor de este montaje

sábado, 13 de febrero de 2016

Infinito 71: Basta

¿Conocéis esa sensación embriagadora que te hace querer crear constantemente? Pues lo he echado mucho de menos, hasta ahora. Me he visto forzado por mi bienestar emocional a desconectarme de muchas personas. Me ha costado mucho más de lo que pensaba pero, es lo mejor para mí. Y ahora que me he conseguido desconectar, vuelvo a tener la creatividad como mi mejor amiga.

 Hoy intentaré poner en marcha un proyecto nuevo que tiene que ver con el doblaje, mis libros y Youtube. Supongo que ya os podéis hacer una idea.

 Y ahora mismo me siento bien pero, triste. No sé por qué. Pero tengo la extraña sensación de que no he hecho algo bien o que no hice todo lo que pude. Pero es momento de ser egoístas y ponernos a nosotros mismos por delante del resto.

 Como me dijo Emilio hace unos días, os lo digo a vosotros: No te mereces a nadie que no te tenga en un puto pedestal.

 Las personas van y vienen. Unas se olvidan y otras perduran una vez se han ido. Y hay algunas que se olvidan mientras siguen a tu lado. Como suelo decir, cada uno de nosotros somos los únicos con los que vamos a convivir toda la vida y, ahora me pongo por delante de todo y de todos. Porque no valgo un dolor que no me merezco ni unas palabras irrespetuosas. Soy bueno, soy muy bueno en lo que hago y soy una buena persona. Nadie me puede pisar, porque yo no voy a pisar a nadie. Lo único que quiero para todo el que me conozca es que todos avancemos y mejoremos como personas. No voy a darle un tiempo al odio, al enfado y a la irrespetuosidad que no se merecen.

 Recordad que nosotros somos nuestra persona más importante y eso no quiere decir que no podamos querer a alguien más que a nosotros mismos. Aunque eso es muy arriesgado y en fin, dudo que pase más de una vez de forma sincera en la vida.

 En definitiva estoy cansado, y por eso es momento de volver a ponerme las pilas con todo excepto mis sentimientos. Porque están destrozados y quiero que descansen lo que necesiten. Es momento de crear, disfrutar y aprovechar el tiempo. Qué mejor forma de hacerlo que con las personas que amamos y nos aman.

Hasta mañana.. 


Fotografía sacada del blog de Elaine Elebao 

viernes, 12 de febrero de 2016

Infinito 70: Conociéndome un poco mejor

 Veréis, os voy a contar una cosa. Tengo 18 años para 19 en este 2016, y hace tres que dejé primero de bachillerato. Lo dejé a principios del segundo trimestre y estuve siete meses sin hacer nada, pudriéndome. Aunque desde el mes de Marzo hasta Abril tuvo lugar el accidente de Arvo. Todo esto ocurrió en 2014, y en Septiembre entré al Grado Medio de Laboratorio de Imagen en el Barrio del Pilar que acabé abandonando al igual que bachillerato, en enero del año siguiente. Me puse a trabajar como ayudante de luthier (un luthier es un artesano que crea y restaura instrumentos musicales) estuve cinco meses y lo echo mucho de menos. Ahora estoy en el Grado Medio de Redes y Sistemas Microinformáticos en Plaza Castilla y para mi sorpresa, no lo he dejado.

 Hoy me han sacado de clase para comentarme un caso idéntico al mío acerca de un chico, pues la orientadora del instituto donde estoy conoce mi historia, y quería consultar de primera mano (junto a la madre del chico en cuestión, que también es profesora del centro) a alguien que lo vivió, sufrió y salió. Envié un correo a la orientadora del instituto después de la conversación con un texto que yo le diría a ese chico si pudiera hablar con él. Es lo que me habría gustado que me dijeran a mí hace tres años.

"Mira, yo me he sentido igual que tú y entiendo tus ganas de crecer y seguir maravillándote por algo que me han dicho que te gusta tanto como es la música. Pero para los artistas,  este es un mundo complicado y debemos ser los primeros realistas de todos. Porque nos llevamos muchos palos por una sociedad tan objetiva y cimentada en unos principios y visiones que ignoran la cultura y el arte. Es así de triste y lo mejor que podemos hacer es adaptarnos, siendo realistas, para en un futuro realísticamente optimista, querer cambiar todo lo que nos ha impedido avanzar para que otros no tengan las mismas limitaciones y sientan lo que aman más cerca.

 Si no quieres seguir en Bachillerato, no lo hagas. No pienses que es lo que debes hacer. Pero tienes que tomar una decisión y ni yo ni nadie puede decirte cuál es la acertada. Si tienes que elegir un grado medio, escoge el que más se acerque al arte o el que más te interese y he de reconocer aunque yo lo abandonara, que la fotografía digital y analógica es muy bonita. Además de que abre muchas puertas al mundo artístico si tienes una forma propia y original de ver las cosas. O sino, es una forma de currarte un colchón creo que nada desagradable para alguien que le gusta el arte. Yo lo dejé en parte porque fui alguien muy débil emocionalmente, y eso es cosa mía. Confío en que tomes la decisión que tomes al menos estés contento. Porque si nos pusiéramos a pensar en todo lo que podría pasar o no según lo que hacemos, o no, no viviríamos. Y los artistas estamos para marcar un nuevo sentido a la vida con nuestro arte. Tú tienes el tuyo y lo bueno es que nunca se deja de aprender. Sigue yendo a clases de guitarra y sigue creciendo. A lo mejor un día consigues crear un grupo o formar parte de uno.

 Lo mejor para todos, es no tener una única opción. Tener un colchón aunque sea fino en el suelo, para cuando caigamos. Porque caer es inevitable y como suelo decir: La vida no se basa en levantarse o en aprender a ignorar el dolor, sino en aprender a caer. La vida es demasiado corta para no hacer lo mejor para uno mismo. Usa la cabeza junto al corazón, y todo irá de la mejor forma posible"

Ahora me conocéis un poco mejor. Hasta mañana, y un abrazo.


No conozco al autor del montaje

jueves, 11 de febrero de 2016

Infinito 69: Ensayando mi interior

Personajes:
-David Moral: DM
-David Emocional: DE
-Dolor

Una habitación vacía con dos sillas dispuestas una enfrente de la otra y en cada una sentados dos personajes idénticos por fuera pero totalmente distintos por dentro. Aparecen dos tazas de café caliente sobre una mesilla a la derecha de cada uno de los personajes. Comparten que ese es su brebaje favorito.

DM: Sabes que hemos vuelto a acabar aquí por tu culpa, ¿verdad?
DE: ¿Acaso existe culpa con estas cosas? Parece que aún no te has dado cuenta de que la vida trata de aprender a caer.
DM: Y tú parece que sigues sin escucharme (da un sorbo a su taza de café sin dejar de mirar a su acompañante)
DE: No hagas eso.
DM: ¿El qué? ¿Te sientes juzgado?
DE: Sí.
DM: Curioso. Porque lo único que estoy haciendo es mirarte. Sentirte juzgado lo generas tú. A lo mejor es porque... Hmm... Porque en el fondo sabes que estamos en esta habitación que ambos repelemos tanto por tu insensatez.
DE: Vale, lo reconozco. Me arriesgué y ya que estamos aquí y nadie nos ve, mira. (Empieza a rascar su piel como si fuera el aluminio de una tira de lotería, apareciendo una capa de piel distinta, irritada y sangrante)
DM: Lo sabía. Sabía que te estabas enmascarando de nuevo. Como siempre.
DE: ¿Y qué hay de ti? Ignorando todo lo que atenta contra tus tan estables que crees principios.
DM: Eso a ti no te afecta. Las noches en vela  y los escasos momentos de inexistencia no son relevantes para ti. Nunca hemos acabado aquí por este asunto.
DE: No puedes criticarme tanto. Lo único que hago es arriesgarme porque es lo que soy. Tu trabajo es intentar hacerme ir más despacio y pensar las cosas. Porque ambos sabemos que me desvivo por una mirada o una sonrisa.
DM: Así estás amigo mío. Mírate... (alza una mano y se levanta) Ven aquí.
DE: ¿Qué quieres? (Intenta disimular que no le escuece la piel, pero le empieza a temblar el torso y se le abren algunas heridas. Se levanta después de la insistencia de su copia contraria)
DM: Ven aquí, vamos. (Ambos se abrazan y las heridas de DE ya no sangran, dejando de temblar) Lo único que tienes que hacer es pensar las cosas. Conocer bien a la gente. Eres muy joven y yo parezco un viejo con mi forma de actuar. Ese es nuestro problema, que nuestro cuerpo actúa como un niño o como un hombre mayor. Debemos encontrar el punto intermedio, y para ello debes empezar tú. (De repente, en una esquina de la habitación aparece El Dolor, triste)
DE: ¿Qué ocurre Dolor? ¿Por qué tienes esa expresión en tu rostro?
Dolor: Lo estamos pasando tan mal, que hasta me duelo yo a mí mismo... Creo que necesitamos cambiar algunas cosas chicos. Yo también hago mi trabajo para que aprendáis, pero me estoy cansado de llevarme tanto a cabo.
DM: Nos merecemos un descanso amigos, y la noche está al caer. Mañana hablaremos contigo Dolor, intenta descansar ahora que nuestro cuerpo va a tratar de hacerlo también. Mañana estaremos más tranquilos y podremos hablar mejor.
Dolor: Sí, dadme unos días de descanso. Ya son varios años con pocos días tranquilos...
DE: Gracias Moral... No sé qué haría sin ti. De verdad.
DM: Recuerda que eres lo que nos da vida y vitalidad a todos nosotros. Y que siempre vas a curarte de cualquier daño. Pero ahora debemos elegir por qué sufrir, ¿vale?

Los tres personajes dejan la habitación atravesando una puerta que se abre al empujar DM en una pared. La luz va disminuyendo su intensidad, hasta acabar con el telón cerrado, como si fueran los párpados del cuerpo que los tres habitan.


No he encontrado al autor de este dibujo

miércoles, 10 de febrero de 2016

Infinito 68: Será lo que te salve - David Cañas

Sé desde hace tiempo lo que es sano
y qué no quiero en mi vida.
Ahora me hablo todos los días
delante del espejo o en mis pensamientos.

Y es ahí, conmigo mismo
donde me veo abofeteado y cansado
por la vida, las circunstancias
los problemas que me he buscado.

Y aunque aún después de muchos días
siga sintiendo este dolor en el pecho
sonrío y veo las cosas buenas que he hecho
a pesar de lo malo que me he generado.

"Vale la pena", me digo
si algo malo en ti, genera felicidad en otros
y aún más en personas que te importan,
nunca será un dolor en vano.

De todas formas, me siento solo
un poco triste y decepcionado.
Y sé que es lo que hay y que no lo puedo cambiar
así que paciente encontraré otro final.

Porque este no puede ser el último punto
de una historia tan bonita y destructiva
como es mi vida compartida con la tuya
este no puede ser mi final.

Como dice Ramón:
tienes muchas cosas buenas en tu vida
cállate, sonríe y valóralas
serán las que te salven la vida, y el día.

Creo que de estos últimos tres meses
he aprendido que el dolor es nuestro huésped
le sufrimos pero aprendemos con él
y, si al final soy mejor por su gracia, bienvenido sea.

No huiré de ti, estoy cansado
te echaré un pulso de miradas
golpes que cortan el viento y palabras como balas
no esperes una despedida, sino un abrazo por mi parte.

Aunque duelas.


No conozco al autor

martes, 9 de febrero de 2016

Infinito 67.1: Grietas, la otra cara de hoy

 Dudo que sea fácil encontrarme peor que ahora. No recuerdo sentirme tan débil, frágil y vacío. Sean por las causas que sean, no me apetece seguir con nada.

 Siento que mi camino me quema los pies porque aún no tengo las fuerzas suficientes para aguantar. Siento que necesito salir de toda mi vida y buscar algo nuevo. Pero estoy recluido aquí. Encerrado en una niebla enfermiza de alegrías de mal gusto y decepciones acostumbradas. Joder, dejadme salir de aquí. De verdad necesito sentirme vivo, que hago algo con mi vida.

 Anoche me pedí que por favor fuera la última puesta de sol que soñaba llorando en la cama. Que hace unas horas, sería la última noche sin pegar ojo por toda la mierda que probablemente hago más grande de lo que es, pero es mi mierda. Aunque suela tener ese defecto de agrandar los problemas, ya no me quedan apenas fuerzas para luchar contra ellos ni para aguantarme a mí mismo.

 Así que me rindo, universo. Si tengo que pasar a ser tu verdugo o tu decapitado, me da igual. Me rindo y no me importa. Haz lo que quieras conmigo. Pero antes de nada, que te jodan. Porque yo no me merezco esto. No merezco todo lo que me has tirado. Pensaba constantemente en "el universo no nos da nada que no podamos aguantar" Pues te informo: no soy acero, soy madera. Me humedezco por mis lágrimas y me salen grietas en la piel cuando no aguanto la presión. Si tuviera que hacerme un tatuaje, me haría unas grietas que subieran desde el diafragma hasta el cuello, cabrón.

 Lo más curioso, es que anoche pensaba que no podía estar peor. Que la decepción sería lo que más hondo me podría calar, pero no. Ha sido tragar el desayuno esta mañana y que no tenga el mismo sabor. Coger el bus y que me duela el cuerpo. Paso a ser otro títere, al menos hoy. Porque las cosas esta mañana me han dejado de importar. Me da igual dónde acabar o qué hacer, y eso es lo que más me destroza.

 Universo, soy tuyo. Pero que te jodan.


No conozco al autor

Infinito 67: Hablando conmigo mismo

 Ahora que estoy tranquilo, puedo escribir bien. La verdad es que esta mañana escribí algo muy oscuro y destructivo. Mandaba al universo a tomar por culo, básicamente. Pero como me enseñó mi amigo Ramón, Marcos y mi madre a base de persistencia: espera a hablar o contar algo cuando estés tranquilo.

 Últimamente no paro de pensar en por qué me pasan cosas que no merezco. Como que elijan a alguien por encima de ti, cuando te han llenado la cabeza poco a poco de cosas buenas. Rompe un poco tu corazón quieras que no. Pero no hay dolor que no arregle el blues. Aunque luego me pongo a pensar y joder, tengo una vida fantástica.

 Tengo la suerte de estudiar algo que me gusta aunque no sea algo que me apasione (ni de lejos). Tengo amigos fieles y sinceros, que muchas veces ni me los merezco. Aguantan todas mis niñerías y siempre están conmigo de alguna forma. Tengo una familia fuerte y humilde. Y yo... Yo soy una pasada de persona. Con un barbaridad de defectos pero soy la leche. Tengo mucha imaginación, pasión, creatividad, alegría, seriedad, perseverancia, cabezonería... Y un montón de cosas malas pero eh, es mi blog y me voy a pintar como el puto.

 Sin embargo, siendo así, un buen tío, pasan cosas malas. El dolor llega igual y no entiendes muy bien por qué. Pero es lo que hay. No hay mil cosas malas que equivalgan a una sola cosa buena de nuestra vida.

 El dolor es pasajero y aunque aún lo sienta dentro del pecho, se acabará yendo. No me lo paso bien con él y eso que nos pasamos noches hablando o, gritando. Y es que solo necesito una risa con mis amigos de verdad o mi familia para que se me olvide.

 Que la gente me hunda todo lo que quiera y me destroce, porque tengo la inercia de mi parte. Y mi inercia son mis personas. No sería nada sin ellos, y lo bueno es que lo saben.

Pd: Señor Dolor, si quieres volver a pasarte por mi pecho, no te lo impediré. No suelo aprender y cada vez me dueles más pero, ya ves que siempre salgo adelante por mis inercias (personas) así que dedícale tu tiempo a otro, o a nadie. Yo seguiré mi camino, aunque siga sin encontrarlo. Te quiero, aunque duelas.


Este hombre me ha salvado el día con su música: Jack Johnson

lunes, 8 de febrero de 2016

Infinito 66: Vídeo Málaga 2015

Me encanta grabar y hacer vídeos porque así los recuerdos son más consistentes. Además, al verlo de nuevo, puedes volver a sentir lo que sentiste en su momento. 


Este vídeo me llevó casi siete horas pero no paré de disfrutar. Son casi nueve minutos, pero a mí se me hace cortísimo. Espero que os llevéis alguna que otra risa y sonrisa :)

¡Hasta mañana!