Aunque sea en voz baja, agudiza mis sentidos.
No dejes pasar una noche sin un solo sonido,
ni un mañana sin nubes cargadas de un denso viento.
Cada día tiene un lugar y un momento
en el que lo que buscamos se esconde y observa
todo lo que dejamos escapar por nuestro aliento
esperando a que hallemos la forma de encontrar lo que nuestra mente tienta.
Y aquí te espero, buscándote;
buscándome.
Sostendré mi mente por el tiempo que fuere,
hasta que mis sueños me arrebaten la cordura.
No conozco al autor de esta fotografía
Si debo confesar, me encanta que se me vaya la olla. En la pequeña locura se encuentra nuestra un poco más verdadera personalidad. Y es que la felicidad es una locura. Así como el amor, el odio, la desesperación y una sonrisa.
El único requisito para que algo se convierta en una locura, es que dejemos que nos lleve más allá de nuestros límites. No sabremos cómo volver pero qué nos importa. Se trata de vivir, ¿no? Así que de alguna forma, la locura es una forma de vivir.
¿Tú que crees? Acaso, ¿sólo los ignorantes y los necios son felices? O mejor, qué es la felicidad y dónde se encuentra. La pregunta del millón, además de ser una de las más subjetivas que pueden existir. Deja a tu subjetividad llevarte a tu particular locura.
Hasta mañana
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