Ahora mismo leyendo: Yesterday y mañana de Mario Benedetti

miércoles, 13 de enero de 2016

Infinito 41: El coche y la tormenta

Érase una vez
Un coche nuevo y brillante con ganas de comerse el mundo
Allí por donde pasaba, dejaba los pastos más verdes
Y él seguía manteniendo su pureza

Un día, unas nubes cargadas de tormenta se adueñaron del cielo
E hicieron llover dudas y confusión para el joven coche
No tenía donde esconderse, y las gotas de lluvia gritaban ansiosas por caer encima suya
Le veían tan libre, limpio y tranquilo...

A la mañana siguiente, ya no había tormenta pero las nubes no se había ido
Éstas empezaron a hablar y decían:
"Ahora estás bajo nuestro manto, y debes enfrentar nuestras gotas"
El coche, asustado al ver que no podía remediarlo, se enfrentó a sus problemas

Una gota que aún seguía sobre su cuerpo metálico le dijo:
"Esto te pasa por ignorarnos durante tanto tiempo. Siempre dándonos la espalda. Ahora venimos de golpe"
El joven coche estuvo bien con estas tormentas durante los primeros años
Pero fue hasta hace poco que empezó a tener unos cuantos problemas

Al verse en un charco el reflejo de su cuerpo desaliñado y golpeado por si mismo
Empezó a no poder controlar sus pensamiento y problemas
No podía seguir su día a día bien y le costaba ver y apreciar las cosas buenas
Tuvo que resolver todos sus conflictos diarios para intentar hacerlo

Un tiempo después, las nubes se disiparon cuando apareció otro coche a lo lejos
Estaba destrozada pero, sonreía
Le sonreía a las nubes y a todas las gotas que corrían y saltaban por su cuerpo
Se acercó al coche desconsolado y dijo:

"Lo único que tienes que hacer es saber a qué darle más importancia. Yo soy feliz, porque quiero serlo"
Estas palabras fueron reveladoras para él, y se las aplicó instantáneamente
Pero tuvo un problema
Necesitaba tener al otro coche junto a él para ponerlo en práctica

Con el paso del tiempo, ambos se hacían felices el uno al otro
Pero nuestro coche no podía dejar de pensar en cuanto su amiga se iba
Intentaba estar bien por él y por ella, porque la quería y necesitaba
Hasta que se dio cuenta de que ella podía ser otra gota más en su cada vez más destrozado cuerpo

Cada día le quería más y más, aunque tuviera sus pequeñas recaídas
Pero ella le ayudaba a salir con un abrazo, una conversación, o con un beso
Llegaron a un punto tan alto de amor que el coche empezó a creer que vivía un sueño
Y le asustó, porque sabía que en algún momento se tendría que despertar

Se acabó topando con la gota más grande que había tenido nunca en su cabeza:
"Cuanta más distancia recorras, más difícil será frenar"
Se dio cuenta de que si no resolvía sus problemas y aclaraba las cosas a tiempo
Todo iba a doler más de lo debido

Y hoy en día aún no se ha armado de valor
Porque sigue enamorado y cada día que pasa lo está más y más
Aunque sepa que pueda ser malo en muchos sentidos
Él ahora, sólo quiere continuar por su camino con ella a su lado

Aunque no todo puede ser como queremos, él sabe que dará mucho de si mismo
Por estar bien
Seguir su camino con ella
Y si no se puede, se habrá despertado del mejor sueño de su vida.



No conozco al autor de la fotografía

No hay comentarios:

Publicar un comentario