Ahora mismo leyendo: Yesterday y mañana de Mario Benedetti

domingo, 3 de enero de 2016

Infinito 31: Reflejo

Érase una vez, un reflejo
Vivía en el agua y los espejos de todo el mundo
En todo lo que los ojos pueden ver

Una mañana, en el río de un pequeño pueblo
Un hombre joven apareció para verse a si mismo en el agua
Se acercó despacio a la superficie
Y dejó caer una lágrima desesperada

El reflejo no lo entendía
No entendía por qué no quería verse como lo hermoso que era
Por qué prefería llorar y distorsionar su imagen en al agua
El joven no buscaba consuelo, sino evaporar el dolor a través de las lágrimas

El reflejo no sabía qué hacer
Así que paró las ondas del agua en un fugaz pestañeo
El joven no entendía lo que pasaba, así que se acercó
Pasó los dedos por la superficie, pero el agua no se movía

El reflejo estaba haciendo todo lo posible para que se mirase a si mismo
Para que viese que lo más importante que tenemos siempre lo tenemos delante
El joven se quedó mirando a sus ojos reflejados, y sonrió
Entendiendo lo que el reflejo quería transmitir

Con el paso del tiempo, este muchacho acabó aprendiendo
Que lo más importante que poseemos y nuestra mayor fuerza está en nosotros mismos
En nuestros pensamientos y en lo que nos decimos
Cada día, al mirarnos en el espejo

El reflejo acabó orgulloso, siguiendo por todo el mundo a este hombre
Haciéndole ver que por muy pesadas que sean sus lágrimas
Y por destrozado que esté su corazón
Siempre habrá una razón por la que vale la pena parar las ondas de nuestros pensamientos
Para apreciar lo que siempre podemos ver con claridad

Nosotros mismos


Foto de: @Ginoide_

Un abrazo muy fuerte a todos

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