Cómo se puede pasar de estar mejor que nunca con una persona, a que todo eso se rompa con dos palabras. Un maldito puñado de letras...
- Eres demasiado -Dijo ella sin mirarle a los ojos
- ¿Desde cuando eso es malo? -Preguntó el chico confuso
- Desde que siento que nunca voy a quererte ni la mitad de lo que tú me podrías querer a mí -
Estaba dispuesto a amar tus defectos más que a cualquier otra cosa. De verdad que quería hacerlo... Porque en tu retratada imperfección eras perfecta para mí. Como ese primer beso mientras comía, para que no pudiera devolvértelo. Esas miradas a destiempo mientras paseábamos. Los masajes que nos hacíamos en mitad del césped. Cómo lo echo de menos... Te echo de menos. Y sé que no voy a poder volver a lo que teníamos, pero entre todo el dolor se sigue viendo hermoso.
Este corazón que por poco acaba siendo tuyo, te desea lo mejor. De la forma más sincera que te puedas imaginar. Ojalá nos reencontremos en un futuro y podamos volver a ser los amigos que fuimos antes de pisar el acelerador en nuestra solitaria autopista.
Fuiste un hermoso viaje y una hermosa compañía. Espero que te vaya bien. Yo intentaré seguir por mi carretera. Aunque ahora voy más lento, intentando ver a alguien que quiera compartir su viaje conmigo. Porque ahora voy sin copiloto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario