Ahora mismo leyendo: Yesterday y mañana de Mario Benedetti

lunes, 1 de febrero de 2016

Infinito 60: Querido yo del ayer

Querido yo del ayer:

 Te escribo esto porque mañana no lo recordaré. Ojalá hubieras sabido ayer que tendrías que haberte levantado cuando sonó el despertador para coger el bus a tu hora y no llegar tarde. Porque seguro que hubo al menos una risa que te perdiste. Ojalá hubieras sabido escuchar a todos los que te aman, para hacer caso no a tu corazón, sino al de esas personas.

 Pero hazme un favor, yo, y no entiendas el ayer como el último día de Enero. Entiende el ayer como si fuera pasado, y mañana como si fuera futuro.

 Mi carta para ti aunque no la puedas leer, es que aprendas y disfrutes. Que no dejes de sentir. Porque un corazón que siente se puede romper, pero se acabará recuperando. Un corazón de piedra no se puede romper, y tampoco puede sentir. Quiero que te guíes por ello y que te lo rompas cada vez más. ¿Por qué no? Probablemente, tu mundo sería un poco menos bonito sin ese riesgo que sentías en los huesos, aunque ahora te duelan.

 Quiérete por encima de todo y de todos. Respeta y crea. No te atocines y adéntrate en tu mundo cada vez que el que pises sea aburrido. Mantén tu mente activa y serena, si puedes. Pero vive, coño. Ya sabes que no necesitamos el año nuevo para decirnos estas cosas. Por cierto, feliz año. No te lo dije en su día.

 Sonríe ahora mientras puedas, ya habrá tiempo para llorar. Así como dijo Walt Whiteman:

Coged las rosas mientras podáis
veloz el tiempo vuela.
La misma flor que hoy admiráis,
mañana estará muerta.

 Con cariño, devoción y emoción, un cordial saludo del David del ahora, presente, que mañana será del ayer, futuro. 


No conozco al autor

No hay comentarios:

Publicar un comentario