Últimamente no paro de pensar en por qué me pasan cosas que no merezco. Como que elijan a alguien por encima de ti, cuando te han llenado la cabeza poco a poco de cosas buenas. Rompe un poco tu corazón quieras que no. Pero no hay dolor que no arregle el blues. Aunque luego me pongo a pensar y joder, tengo una vida fantástica.
Tengo la suerte de estudiar algo que me gusta aunque no sea algo que me apasione (ni de lejos). Tengo amigos fieles y sinceros, que muchas veces ni me los merezco. Aguantan todas mis niñerías y siempre están conmigo de alguna forma. Tengo una familia fuerte y humilde. Y yo... Yo soy una pasada de persona. Con un barbaridad de defectos pero soy la leche. Tengo mucha imaginación, pasión, creatividad, alegría, seriedad, perseverancia, cabezonería... Y un montón de cosas malas pero eh, es mi blog y me voy a pintar como el puto.
Sin embargo, siendo así, un buen tío, pasan cosas malas. El dolor llega igual y no entiendes muy bien por qué. Pero es lo que hay. No hay mil cosas malas que equivalgan a una sola cosa buena de nuestra vida.
El dolor es pasajero y aunque aún lo sienta dentro del pecho, se acabará yendo. No me lo paso bien con él y eso que nos pasamos noches hablando o, gritando. Y es que solo necesito una risa con mis amigos de verdad o mi familia para que se me olvide.
Que la gente me hunda todo lo que quiera y me destroce, porque tengo la inercia de mi parte. Y mi inercia son mis personas. No sería nada sin ellos, y lo bueno es que lo saben.
Pd: Señor Dolor, si quieres volver a pasarte por mi pecho, no te lo impediré. No suelo aprender y cada vez me dueles más pero, ya ves que siempre salgo adelante por mis inercias (personas) así que dedícale tu tiempo a otro, o a nadie. Yo seguiré mi camino, aunque siga sin encontrarlo. Te quiero, aunque duelas.
Este hombre me ha salvado el día con su música: Jack Johnson
No hay comentarios:
Publicar un comentario